Pere Rotger dimitió ayer como president del Parlament, empujado por el president del Govern, José Ramón Bauzá, en una reunión que se celebró en la misma Cámara balear tras saberse que el juez Castro había decidido mantener la imputación del president del Parlament en el ‘caso Over'. Rotger seguirá, no obstante como diputado, y así se lo pedirá a su grupo parlamentario.

En esta reunión, celebrada de urgencia en uno de los despachos de la Cámara, también participó el conseller de Presidència, Antonio Gómez. Tanto él como Bauzá hicieron ver a Rotger la necesidad de que presentara su renuncia para no perjudicar la imagen del Parlament ni la del partido. Rotger, que entró en la reunión pensando que continuaría en su puesto, salió de ella con lágrimas en los ojos y se dirigió la Presidència de la Cámara.

Ánimos

«No me veo con ánimos», aseguró Rotger a los medios de comunicación tras anunciar su decisión. Reconoció que confiaba en que el juez le retirara la imputación y se mostró convencido de que el asunto judicial no irá a más. «Es un día muy triste porque nunca pensé que acabaría así, pero tengo la conciencia tranquila», señaló. «Son cosas que pasan en la vida y me ha tocado apechugar», añadió.

«Bauzá está apesadumbrado; me aprecia mucho y sabe que este tema le puede pasar a cualquiera», señaló Rotger, que aseguró que el president no le había pedido que presentara su dimisión, pero que lo hacía porque consideraba que eso era lo mejor para el Parlament, para el partido y para él mismo.

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El president del Govern, por su parte, agradeció el gesto de Rotger y afirmó que pone de manifiesto que «prevalece» su compromiso con la institución por encima de todo los demás. Reiteró que este hecho demuestra el compromiso del PP con la transparencia «y avala su ejemplar trayectoria como político». Se mostró convencido de que el tiempo pondrá a todos en su sitio.

Con respecto a la continuidad de Rotger como diputado, Bauzá señaló que no es cuestión «de gustos» que mantenga su escaño, sino que serán los órganos del partido quienes decidan. De hecho, la decisión del PP ya está tomada y consideran que la renuncia a la Presidència del Parlament ha sido un gesto más que suficiente.

El PP se enfrenta ahora a la complicada circunstancia de buscar un sustituto para Rotger. Por el momento no hay nombres cerrados, pero sí se empiezan a conocer algunas de las condiciones que debe cumplir el candidato. La dirección del PP prefiere que el candidato resida en Mallorca, ya que se trata de un cargo institucional que obliga a estar en la Isla a quien lo ostenta. Eso deja fuera al actual vicepresident del Parlament, Pere Palau.

Las alternativas

El problema estriba en que la inmensa mayoría de diputados del PP de Mallorca son nuevos en la Cámara y el cargo de president requiere alguien con relativa experiencia, que conozca claramente la institución. En cualquier caso, la duda no se mantendrá durante mucho tiempo ya que el president del Govern quiere zanjar esta crisis cuanto antes. De hecho, el martes de la próxima semana se celebra el pleno de Pressuposts, uno de los más importantes, y ya habrá nuevo president para entonces.