Los manifestantes se dieron cita a las siete de la tarde y acudieron ataviados con prendas del mismo color.

La comunidad educativa de la Isla abarrotó ayer los alrededores de la Delegació d'Educació de Eivissa y Formentera para protestar contra los recortes y la nueva Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que promueve el ministro de Educación José Ignacio Wert. La protesta convocó a medio millar de personas que se concentraron frente a la delegación, ubicada en Vía Púnica, y que atiborraron la calle de esquina a esquina. La concentración fue convocada por la Junta de personal docente no universitario formada por los sindicatos STEI Intersindical, UGT, CCOO y ANPE, y contó con el apoyo de la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de les Illes Balears (COAPA Balears) y la FAPA Eivissa y Formentera, así como del colectivo Professorat Preocupat.

La protesta comenzó a las 19,00 horas e interrumpió el tráfico frente a la delegación, bajo la supervisión de la Policía Local de Vila. A las pancartas contra la política educativa del Govern y del Estado, alguna recordando que a Bankia se le inyectaron 23.000 millones mientras que en educación (y también en sanidad) se recortaron este año 10.000 millones, se le sumaron las camisetas verdes que usa el colectivo educativo en señal de protesta, y la lectura de un extenso listado de recortes que viene sufriendo el sector desde mayo de 2010.

La lectura la llevaron a cabo los representantes sindicales, que uno a uno enumeraron 47 recortes, como la disminución de personal (600 contrataciones menos este curso en Balears), la precarización de los contratos de los interinos, la no cobertura de las bajas, reducción de las retribuciones, los aumentos de ratios y de jornada laboral, la rebaja de presupuestos y becas a los centros educativos, y un largo etc.

Por su parte, el colectivo Professorat Preocupat repartió entre los presentes su propio manifiesto que va más allá y pide una huelga indefinida, ya que considera que «una vez agotadas las vías suaves cabe pasar a la acción». Este colectivo indicó además que hay «un aumento escandaloso de las medias jornadas para maquillar los números», y una reducción de becas y aumento de matrículas «cosa que no anima precisamente al estudio de los menos favorecidos». «Cada recorte significa una cuchillada al futuro del país», destacó la agrupación, cuyo portavoz, Salvador Aguilera, resaltó que los sindicatos no aceptan ir a la huelga indefinida «porque hay bastante miedo en el colectivo». «Un día, una huelga, no sirve para nada», afirmó sobre el paro programado para el 14 de noviembre.