Vicent Torres, ayer al mediodía en Puig d’en Valls.

Vicent Torres tiene 49 años, es copropietario de una agencia de viajes y lleva cinco años afiliado al PSOE. Durante la legislatura pasada fue director general de Promoció Turística del Govern y ahora es líder de la oposición en Santa Eulària. Este fin de semana ha sido elegido nuevo secretario general de la Federación Socialista d'Eivissa (FSE-PSOE) en un congreso en el que no participaron los críticos.

—¿Le ha felicitado algún crítico por la victoria?
—Me han llamado varios, me han enviado whatsapps dándome la enhorabuena y deseando que se cumpla lo que dije de que quien quiera podrá trabajar conmigo aunque sea desde la discrepancia.

—Campillo pone como condición para empezar a hablar que se retiren los expedientes que hay en marcha.
—Esto es como si le dijeras al poder judicial que retire procesos en marcha. Tenemos un reglamento que se tiene que cumplir y por supuesto que no me puedo comprometer a retirar los expedientes porque además no es la praxis que yo quiero para la FSE.

—¿Será el candidato al Consell en 2015?
—Hoy por hoy somos conscientes de que tenemos un partido roto, de que tenemos que trabajar mucho para volver a unir el partido, para atraer a la gente del sector crítico. Pensar ahora en listas electorales no es procedente. Ahora hay que trabajar para recuperar la ilusión. Que sea yo u otro el candidato no me preocupa.

—¿Pero le gustaría?
—Ahora mismo no pienso en esto. Lógicamente, claro que a todos nos gustaría presidir la máxima entidad de Eivissa, que es tu isla, donde has nacido, donde está la gente que quieres. Pero ahora mismo no es mi objetivo ni mucho menos. Estoy centrado en intentar recuperar la fiabilidad del PSOE.

—¿Cuál será su primer objetivo como secretario general?
—Recuperar la ilusión. Quiero dar respuestas a la gente de la calle, que lo está pasando muy mal.

—Esto coincide con una gran crisis en el PSOE, no solo aquí sino a nivel nacional. La gente está muy desencantada con los socialistas.
—Sí, el PSOE lo está pasando mal. En el 82 firmamos un contrato con la sociedad y hay que revisarlo. Hemos perdido espacios en los que antes estábamos muy presentes. Tenemos que reformular posicionamientos y volver a ser el partido de los trabajadores, de los comerciantes, de la pequeña empresa, de la juventud, que hoy en día está bastante desanimada con el futuro.

—En la ponencia aprobada en el congreso se rechazan los campos de golf y se eliminan los planes de desdoblar la vía de Santa Eulària. ¿El PSOE se vuelve más ecologista?
—No, el PSOE yo creo que siempre ha tenido muy clara esta postura. Nosotros en la ley 4/2008 pusimos una serie de requisitos para la construcción de campos de golf sin edificaciones adjuntas y ahora el PP, con Bauzá, Delgado y toda esta tropa al frente, ha elaborado una ley turística donde dice que se pueden construir hoteles en los campos de golf. Y nosotros, frente a una ley muy permisiva que destruye territorio nos ponemos contra estas medidas. Pienso realmente que el golf no nos solucionará la crisis ni nos aportará más turistas. Hay otros productos desestacionalizadores. Tenemos un paisaje maravilloso, rutas ciclistas, senderismo, costa, litoral y patrimonio. Tenemos muchas cosas para poder afrontar la desestacionalización sin destruir territorio.

—¿Y no quieren desdoblar toda la carretera de Santa Eulària?
—Es lógico que se haya eliminado este punto de la ponencia. Tenemos un modelo muy claro en las carreteras que hemos hecho. El ejemplo más claro es la de Sant Miquel, con carril bici. Siempre primaremos la seguridad antes de nada, pero nuestro modelo de carreteras dista mucho de los desdoblamientos que hizo Matas.

—¿Impulsará el pacto con otras formaciones de izquierda para concurrir juntos a las elecciones?
—Haré lo que la militancia pida. El PSOE tendrá que decidirlo en su momento en el Comité Insular, que es el máximo órgano entre congresos. Para ganar las elecciones tendremos que buscar puntos de vista similares entre toda la izquierda. Pero debe ser el partido el que elija la fórmula.

—¿Por qué eligió a Marta Díaz como secretaria de Organización? Ha estado muy implicada en la apertura de expedientes a los críticos y quizás hubiera sido mejor elegir a alguien más conciliador.
—La elegí hace siete meses. Cuando perteneces a un partido y tienes un cargo orgánico importante no todas las decisiones son agradables. Quizás ha tenido que hacer un papel un poco desagradable, pero no ha perdido ni una décima de credibilidad ni de capacidad de trabajo, que es lo que quiero para mi equipo.

—¿No le pareció que para ser un congreso socialista el del sábado estuvo muy calmado?
—La verdad es que siempre te esperas alguna sorpresa, pero al final no. En la izquierda estamos acostumbrados a discrepar. Me hubiera encantado que hubiera otra candidatura para poder contrastar y hablar. El debate es bueno e intentaré potenciarlo siempre que sea interno.

—¿Se continuará con el tema de los expedientes?
—Es desagradable, a nadie le gusta, pero nuestro trabajo como ejecutiva es continuar las cuestiones iniciadas. Hay instructores externos llevando el tema y a partir de mañana me pondré al día de todo y tomaré las medidas que haya que tomar.

—En su discurso agradeció el trabajo de Tarrés, muy denostado por los críticos.
—Creo que es justo. Xico ha sido muy maltratado, pero le pese a quien le pese ha ganado tres elecciones y es justo apreciarlo. Las críticas a veces son muy injustas, y dentro de los errores que todos podemos cometer es justo reconocer el trabajo.

—A Joan Boned no lo ha incluido en la ejecutiva, ¿Tendrá en cuenta el trabajo que hizo frente a la gestora?
—A Boned le ha tocado hacer un trabajo desagradable y ha tenido que liderar capítulos no demasiado buenos. Comenzó con una gestora de 7, pero se fueron los críticos y le ha tocado bailar con la más fea. Más allá de que a los militantes del PSOE nos parezca bien o mal el trabajo y los expedientes, es justo agradecer siempre a la gente su trabajo. Tampoco es ir más allá ni valorar lo que se ha hecho, simplemente agradecimiento.

—Los críticos presentaron una demanda ante los Juzgados, ¿le da miedo que ahora se pueda anular el congreso?
—No, la verdad es que no. Todo el proceso empezó con una decisión errónea de la mesa del congreso de marzo. Mi candidatura lo impugnó y el PSIB y el PSOE federal nos dieron la razón. Luego salieron un rosario de historias muy desagradables. Pienso que este sector aún puede ir a la Comisión de Derechos y Garantías, pero ir al Juzgado es una barbaridad. Me gustaría que cogiéramos conciencia de que tenemos unas reglas antes de hacer actuaciones externas al partido. Estamos dispuestos a escuchar a toda la gente sus argumentos, pero estamos sacando las cosas fuera de lugar con este tema.