Los encargados de las hamacas de ses Salines y es Cavallet las tienen llenas casi todos los días. | Víctor Malo

Las amplias playas de ses Salines y es Cavallet todavía no notan los efectos de la crisis. Llenas de gente, se ven mucho más afectadas cuando hay mal temporal, especialmente por el viento. Así lo cuenta Oliver Lanzoni, propietario del chiringuito-restaurante Jockey, que lleva 20 años funcionando de manera sobresaliente en la playa de ses Salines: «En mayo bajó la gente, pero tienes que tener en cuenta que había mucho viento. Aquí el viento influye más que cualquier otra cosa. Si nosotros tenemos viento, en es Cavallet hace bueno, por eso allí les fue mucho mejor en mayo». Ello concuerda con las explicaciones de Federico Tallon, encargado de El Chiringuito de la playa de es Cavallet, que da unos datos del mes de mayo impactantes: «Hemos trabajado más en mayo de este año que en agosto del pasado año y del otro».

Chiringuitos

Tanto Lanzoni como Tallon se ponen de acuerdo en que el nivel de trabajo «es bueno» y se mantiene en la misma línea de años anteriores. A este respecto, Oliver Lanzoni explica que «a partir del 2000 las fluctuaciones han sido mínimas. Aquí se notan poco los cambios económicos. Tengo 70 personas trabajando y estamos igual que el año pasado. Nosotros no somos un beach club de éstos que están tan de moda en Eivissa. A mí no me gustan. Esto es un chiringuito-restaurante y contamos con una oferta muy variada y un abanico importante de gente. Podríamos decir que tenemos un popurrí tanto de nacionalidades como de economías». El Chiringuito de es Cavallet sí que va enfocado a un sector de clase media-alta y Federico Tallon afirma que «va mucho mejor desde que se hizo el cambio de estilo. Antes era un restaurante de tapeo, aunque también funcionaba». Sobre los balances de la temporada, Tallon completa que «en junio y julio hay trabajo, pero no estamos al ‘tope, tope', sino un poco por debajo de las expectativas teniendo en cuenta lo fuerte que fue en mayo. Pero, igualmente, estamos trabajando muy bien, a los mismos niveles que el año pasado y el otro».

Gente en la playa

Pero una cosa es cómo funcionan los chiringuitos, y otra muy distinta es la afluencia de gente a las playas. Aunque a veces son cosas que van de la mano, no siempre es así. Es Cavallet y ses Salines son dos buenos ejemplos que, dentro de sus similitudes, exponen notorias diferencias.

Los hamaqueros de ses Salines y de es Cavallet coincidían el pasado martes sobre la una del mediodía en que «hoy está lleno, ahora mismo no tengo ninguna hamaca libre». Jose Medina, más conocido como ‘Pepe de las Salinas', y Margarita Marí llevan 24 años a cargo de las hamacas de una parte de ses Salines y presumen de que «hay clientes que hace 20 años que vienen y no fallan, los tratamos bien y vuelven. Entre los que repiten y los que llegan nuevos, cada año tenemos más gente. Hoy está a tope, de momento no queda ninguna hamaca vacía». Manuel Durrosier es el encargado de las hamacas de es Cavallet, y se muestra en una línea de satisfacción parecida: «Llevo 30 años aquí y la verdad es que la cosa está muy bien. Esta playa es un clásico y se puede decir que cada año va a más. Ahora mismo no hay hamacas, está completo. Desde mayo, se llena casi todos los días».