Desde que entramos en el mes de julio está en vigor el conocido copago sanitario en toda España. Una medida gubernamental que ha encendido el debate en las calles de todo el país y, como no podía ser de otra manera, también en las de Eivissa.

Los ciudadanos, con más o menos información en su haber acerca del tema, han mostrado opiniones para todos los gustos en relación a uno de los asuntos más candentes de la actualidad. ¿Era realmente necesario tomar esta medida? Muchos entienden que, dada la crítica situación económica que atraviesa el país, no es el mejor momento para imponer nuevos pagos a las personas más necesitadas. El caso más llamativo es el de los pensionistas que no habían pagado por un medicamento desde su jubilación. Ancianos con pensiones mínimas para su subsistencia que se tienen que enfrentar a nuevos desembolsos. Sin embargo, también hay un núcleo fuerte de ciudadanos que considera acertada la medida a modo de «escarmiento» hacia todas aquellas personas que llevan muchos años abusando de sus recetas para hacerse con medicinas sin control alguno. Precisamente, apuntan algunos trabajadores del sector farmacéutico, los menos necesitados son aquellos que más se exceden en la adquisición de medicamentos. Personas que optaban por seguir el dicho de «más vale que sobre y no que falte», para llenar sus estanterías de medicinas que en muchos casos no eran utilizadas. Este mal uso ha sido el detonante definitivo para tomar una decisión «en clave de crisis» que pasará factura a muchas personas que acuden a las farmacias en busca de necesidades primeras imprescindibles para su día a día. Medicamentos que tendrán que adquirir, aunque sea pagando, porque no les queda más remedio.

Un copago farmacéutico que varios ciudadanos han coincidido en definir como «una medida abusiva contra el abuso».