«No nos vamos a callar»

«¿A dónde va el dinero de los recortes, a Bankia? ¿Cómo se va a revertir el céntimo sanitario?», se preguntaban ayer los trabajadores ante los recortes ya realizados y las medidas anunciadas por el Govern, como la reducción de la acción social, el cierre de los centros de salud, la movilidad del personal o el cierre de dos hospitales en Palma. En opinión de Rosa Planells, del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), el objetivo final es la privatización. «Pretender privatizarlo todo», dijo. «Esto es en detrimento de la sanidad pública y tienen un buen caldo de cultivo con la crisis. Todos tienen miedo», apuntó una de las auxiliares de enfermerías.

Arce, que señaló que la atención a los ciudadanos «es cada vez peor», también expresó su malestar por la imagen que se transmite de los funcionarios. «Nosotros no somos culpables, son los que mandan. Ya está bien que a los funcionarios nos culpabilicen de todo, los políticos son funcionarios por cuatro años y tienen que responder del dinero que recaudan». La sindicalista puso como ejemplo el Consell de Formentera «que tiene letrados en nómina y contrata a uno privado». En cuanto a otras medidas como la huelga, Arce añadió que «protestaré lo que haga falta pero no quiero hacer huelga porque la administración se va a quedar con el dinero», dijo Arce.

La asamblea estaba convocada dentro de las iniciativas de los sindicatos representados en la mesa sectorial de la sanidadd pública, aunque Arce precisó que Cemsatse se ha desmarcado. Una de las trabajadoras lamentó que en iniciativas como esta no estén todos los sindicatos unidos. «Debéis estar todos juntos. Es una pena». Otra intervino para recordar que «cada uno es libre, yo estoy aquí y soy del Cemsatse», apostilló.