10 años de homenaje a la naturaleza

Desde entonces, esta reserva situada en el oeste y sudoeste de la isla de Eivissa y formada por es Vedrà, es Vedranell, sa Conillera, s´illa d´es Bosc, los cuatro islotes de ses Bledes y s´Espartar, ha ido mejorando progresivamente el nivel de conservación de su fauna y de su flora, tanto en la superficie como bajo el mar.

La fauna

Así, por ejemplo, según el naturista canario experto en aves marinas, David García, «la zona se ha convertido en uno de los lugares principales en el Mediterráneo para la cría de especies como el halcón marinero, la pardela cenicienta, el cormorán moñudo, el paio común o la pardela balear, conocida en Eivissa como virot».

Tal es así que García asegura que «es Vedrà tiene una de las mayores colonias de virots y el islote de s'Espartar de paiño europeo, con más de 1.500 parejas». Algo que ha sido posible, según el investigador, «gracias a las campañas realizadas para eliminar las ratas, un animal que ha impedido el desarrollo importante de otras aves como el paio común».

Junto a las aves marinas, el lugar también destaca por sus animales invertebrados como los moluscos, los caracoles Trochoidea, los coleópteros, la rana común, el sapo verde y, sobre todo, sus sargantanas.
Estas últimas, según Valentín Mellado, profesor de la Universidad de Salamanca y experto en estos animales, «ya suscitaron el interés a finales del siglo XIX de naturalistas y científicos como Robert Mertens, Lorenz Müller o Martin Eisentraut, y de coleccionistas que engrosaron con sus capturas museos como los de Berlín, Londres o Frankfurt».

Actualmente habitan en la zona tres especies, la salamanquesa común, la salamanquesa rosada y, la joya de la corona: la lagartija de las Pitiusas, que, según Mellado, «ha conseguido desarrollar seis subespecies o razas geográficas exclusivas de los islotes integrados en esta reserva».

La flora

Además esta zona, que tiene una superficie de 79,31 hectáreas en es Vedrà y es Vedranell y 153,39 en los Illots de Ponent, también destaca por su vegetación. Y es que a pesar de estar sometidos al azote constante del mar y del viento y, tener el handicap de la carencia de suelo, muchas especies sobreviven.

Así, se han desarrollado especies de gran interés por su rareza y por ser endémicas de los islotes como la flor Silene de Ifac la Limonium pseudoebusitanum; la Asperula paui; la Medicago citrina; o la Diplotaxis ibicensis. Además, en s' Espartar tienen especial importancia las comunidades de esparto que conforman la extensión más grande de estas plantas en las Pitiüses.

Pero no todos los atractivos naturales de esta reserva están sobre la superficie. La zona también es conocida por sus acantilados marinos y por sus gorgonias rojas, unas especies que a menudo se confunden con vegetales por su aspecto de arbusto.

Según Cristina Linares, investigadora de la Universidad de Barcelona, «las de es Vedrà son de las mejor conservadas del Mediterráneo, porque, entre otras cosas, resisten sorprendentemente bien al cambio climático». Precisamente éste es su gran enemigo junto a las redes varadas, por lo que Linares, pide «un esfuerzo por concienciar de la importancia de tener cuidado y avisar si alguna se pierde en alta mar».

Una concienciación que empieza desde pequeños. Aquí juega un papel muy importante La Setmana del Mar, que organiza todos los años el Club Náutic Sant Antoni y por la que pasan buena parte de los colegios de la Isla.

Según su director, Enrique Mas, «por la Setmana han pasado un 50% de todas las generaciones de estudiantes de Eivissa, y el poderles concienciar en un escenario tan maravilloso como es la reserva natural es un lujo al alcance de muy pocos». Tal es así, que asegura que, «muchos de ellos jamás lo visitarían sino es con nuestros especialistas y por eso lo que les enseñan en alta mar no lo olvidan nunca».

Restos arqueológicos

Los que tampoco parece que olvidaran fácilmente la reserva natural y más concretamente a sa Conillera serán los jóvenes de entre 20 y 24 años cuyos cuerpos fueron encontrados en el 2010. Según Ricard Marlasca, arqueólogo encargado de la excavación junto a María José Escandell, «todo parece indicar que eran del siglo XVI, originarios de la zona de Turquía y que podían ser piratas».

Los restos, que fueron encontrados por personal del centro mientras paseaban, «presentaban heridas mortales de arcabuces en el cuello, la pelvis y la espalda, aparte de cortes de espada en el cráneo y el cuello a modo de golpe de gracia, lo que puede demostrar que fueron ajusticiados».

Algo que demuestra que el interés por la Reserva Natural de es Vedrà, es Vedranell i els Illots de Ponent ya viene de lejos. Ahora sólo falta que siga cumpliendo igual de bien un año tras otro.

Poblaciones con más de 1.000 animales

Según Valentín Mellado, profesor de la Universidad de Salamanca, «el actual estado de conservación de las sargantanas en la Reserva Natural es más que aceptable, gracias a una acertada gestión que restringe estrictamente el acceso a los islotes y preserva la integridad de sus poblaciones».

Así, gracias a la ausencia de competidores y la rareza de los depredadores, en muchos islotes se han hallado densidades muy superiores a los 1.000 individuos por hectárea.

Por eso Mellado considera que la zona que «es un paraíso, donde la evolución sigue su curso desde hace miles de años sin intervenciones humanas».