El único incidente registrado ayer fue el desprendimiento de rocas y tierras en la carretera de Santa Eulària a causa de la lluvia.
Un total de quince personas tuvieron que ser alojadas en establecimientos hoteleros durante la noche del jueves, en lo que fue la llegada de la ola de frío siberiano. El Ayuntamiento de Eivissa alojó a un total de doce personas de entre 35 y 59 años de edad, en su mayoría procedentes de varios puntos de España, Francia y de fuera de la UE. Todos ellos se encontraban a la intemperie y tras recibir la atención de los voluntarios de la Unidad Móvil de Emergencias Sociales de Cruz Roja (UMES), fueron trasladados por la Policía Local a los establecimientos habilitados por el Consistorio. Los mismos se han ampliado de dos a cuatro «ante la previsión de que pueda producirse un aumento de la demanda en los próximos días», informaron ayer desde Vila.
Por su parte, el Ayuntamiento de Santa Eulària tuvo que prestar asistencia a tres personas sin techo de las que tuvo conocimiento a través de Cáritas.
Según explicó el Consistorio, tras ser localizadas, fueron enviadas al centro de Cáritas en Santa Eulària, instalado en el club parroquial. Allí se les ofreció ropa limpia, una ducha y comida mientras que los servicios sociales gestionaban el albergue «en un hostal del pueblo con el que ya se tenía apalabrado el que dispusieran de alguna habitación por si acaso», destacó el Consistorio.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Antoni informó ayer de su plan asistencial contra el frío que también consiste en el pago de estancias en pensiones o establecimientos hoteleros para personas sin techo, así como en comprar estufas para aquellas personas que lo necesiten. También repartirá comida y atenderá a los afectados en la sede del antiguo ayuntamiento con horario ininterrumpido de 9,00 a 20,00 horas hasta el próximo jueves 9 de enero.
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