La Sala de Cultura del Consell de Formentera fue escenario ayer de la presentación de la primera parte del trabajo que el Fòrum per sa Memòria d'Eivissa i Formentera ha estado realizando en la Pitiusa Menor, a petición de la 'Fundació Balear de la Memòria Democràtica' identificando cuatro fosas de la isla de la época de la Guerra Civil y un estudio de los represaliados en los campos de concentración y exterminio nazis por los que pasaron ciudadanos tanto de Eivissa como de Formentera.
El acto estuvo presidido por el presidente del Fòrum per sa Memòria d'Eivissa i Formentera, Luis Ruiz, e intervinieron Santi Colomar, historiador de Formentera y responsable del trabajo sobre las fosas comunes, Xicu Lluy, periodista que se ha encargado de la documentación relativa a los represaliados pitiusos en los campos de concentración nazis, y Sergi Moreno, arqueólogo que ha trabajado intensamente en la documentación de las fosas de Formentera.
El pasado 26 de septiembre se cumplieron seis meses desde que se firmó el convenio entre ambas organizaciones para elaborar el mapa de las fosas de la Guerra Civil en Formentera y aunque existen cinco fosas, la documentación que hoy se presentará sólo incluye a cuatro de ellas, el compromiso era de un mínimo de tres mientras que la que falta se presentará según las previsiones en marzo de 2012 junto con los mapas y documentaciones pertinentes a las fosas existentes en Eivissa, en principio dos, en las que se está trabajando actualmente.

Ubicación
Santi Colomar explicó la complejidad del trabajo de documentación de las cinco fosas de Formentera, una en el Cementeri Vell de Sant Francesc, otra en el cementerio de Sant Ferran, una tercera en es Pujols, donde actualmente se levanta el Hotel Rocabella, una cuarta en la carretera a la Mola, concretamente en la intersección entre la carretera principal y el antiguo CamíVell de la Mola y la quinta y última, aún por finalizar la documentación en la que estarían los restos de los, como mínimo 58 personas oficialmente fallecidas en la Colònia Penitenciaria o es Campament de la Savina, fosa que en teoría está localizada en el cementerio nuevo de Sant Francesc.

El cálculo de víctimas
Aunque en las cuatro fosas sobre las que se ha presentado el informe se conoce como mínimo la existencia de 12 víctimas, con nombres y apellidos y los muertos en es Campament oficialmente son 58, los elaboradores del estudio no descartan que los fallecidos hayan sido muchos más, en especial en es Campament, ya que personas que vivían en las cercanías recuerdan el paso de un carro, siempre tirado por prisioneros, que llevaban un cadáver hasta el cementerio con una frecuencia muy superior al de las víctimas reconocidas por lo que no se descarta que en un momento determinado se dejara de anotar sus nombres para no agrandar las estadísticas.
Además, una persona asistente a la presentación del trabajo señaló que hay formenterenses que no figuran en este censo provisional y que nunca estará completo, como un tío suyo que fue fusilado en el fuerte de Illetes en Mallorca u otras personas que murieron por otras causas durante la guerra en la península y que deberían ser igualmente consideradas como víctimas de la represión franquista.
Lo que sí es cierto, señaló Colomar, es que la mayoría de los fusilados en Formentera no lo fueron por motivos políticos, los principales políticos de la izquierda o de movimientos de izquierda habían huido de la isla en el barco 'Miquel Petit' y las víctimas lo fueron en muchos casos por venganzas personales, rencillas familiares o deudas económicas ya que la muerte de una persona a la que se debía dinero liberaba al deudor. Sí es cierto que parte de los represaliados fueron personas que habían intervenido en el saqueo de la iglesia de Sant Francesc por lo que la connotación religiosa es igualmente importante.

Pitiusos en los campos de concentración nazis
El periodista Xicu Lluy se refirió a los 23 pitiusos que acabaron en los campos de concentración nazis, 17 ibicencos y 6 formenterenses, de los que murieron 5 en Gusen, mientras que entre los ibicencos sólo hubo dos muertos. Para Lluy, no hay que desligar estas víctimas de lo que son las represalias y la persecución franquista puesto que la mayoría era gente que había huido por la Guerra Civil, llegaron a Francia y de ahí acabarían pasando por campos de concentración tan conocidos como Dachau, Mauthausen, Buchenwald o Gusen.
«Si fueron a un campo de concentración fue porque habían perdido la guerra, de lo contrario nunca habría llegado ahí», dijo Lluy, que señaló que, en estos momentos, «la documentación actual ya se acerca a la cifra de 10.000 españoles que acabaron en los campos de concentración, y probablemente jamás se sabrá la cifra porque hay muertos en los transportes que no se contabilizaban, personas gaseadas o quemadas a la llegada a los campos de las que tampoco hay registros».
Tras diferenciar los dos tipos de campos de concentración, los que eran de exterminio como Auschwitz y los que era de trabajos forzados como Mauthausen donde se exprimía a los presos hasta que morían extenuados, pero mientras tanto trabajaban para importantes empresas alemanas, algunas de las cuales siguen existiendo. En total, para Lluy, los presos procedentes de Balears, documentados, son un total de 71, aunque no duda que fueron muchos más.