Tras la muerte del camarero del Ushuaïa Abel Ureña a manos de un miembro de seguridad del mismo club se ha reactivado el debate sobre las medidas de seguridad que deben tener estos locales y el personal que contratan.

El Govern aprobó en mayo un decreto que obligará a partir de noviembre a los locales de ocio nocturno y de espectáculos a tener controladores ambientales, personal especializado experto en mediación de conflictos. Según el conseller de Treball, Comerç, Indústria i Noves Tecnologies, Vicent Roig, si hubiera habido una persona así en el Ushuaïa quizás se podría haber evitado este fatal desenlace. «Es un caso complicado, porque fue entre personal del propio local, pero si hubiera habido una persona con una formación específica quizás se podría haber reconducido y a lo mejor hubiéramos tenido un resultado positivo sin llegar a las manos», indicó Roig.

Curso

Este decreto obligará a tener en los locales a varias personas que tendrán que superar un curso de 40 horas, un test psicotécnico, una prueba de 10 horas de prácticas y un examen evaluador. En el curso se enseñarán nociones sobre Constitución Española, prácticas y conocimientos en mediación de conflictos, sistemas de evacuación y métodos para actuar correctamente en el acompañamiento a personas minusválidas.

Este curso lo podrá realizar personal de la puerta de los locales y relaciones públicas internos, ya que los camareros, por ejemplo, no podrán ser controladores ambientales. «Es una figura que en caso de conato de conflicto, tanto sea entre dos personas como en un incendio, debe actuar y coordinar», aclaró el conseller, que matizó que el Consell no entra en la actividad de seguridad que tienen estos locales, que ya está regulada por legislación estatal y que también está en proceso de revisión. «Se trata simplemente de que la discoteca dé un servicio de más calidad, una atención más personalizada, que abogue por la mediación de conflictos y que vigile el tema del aforo», añadió Roig, que indicó que los empresarios están totalmente de acuerdo con la introducción de esta nueva figura para evitar problemas. «Si esto que ha pasado no hubiera sido entre dos empleados, sino con un cliente se nos hubiera ido al traste toda Eivissa, porque esto daña el prestigio de la Isla, el ocio nocturno es una de nuestras gallinas de oro», agregó.

Roig explicó que estos controladores no podrán tener antecedentes penales, por lo que quizás pocos porteros podrán serlo. «Hay muy pocos en Eivissa que no tengan antecedentes penales, es muy díficil no tenerlo trabajando en seguridad», explicó el conseller.

El Consell ya aprobó en el último pleno las tasas para este curso, que son tres: una la pagarán los centros de formación que lo impartan y las otras dos la persona interesada, tanto para presentarse al examen, como para conseguir la acreditación.

70 PERSONAS. El Consell calcula que el próximo verano se necesitarán unos 70 controladores ambientales en Eivissa. En una primera tanda, este invierno, harán falta unos veinte.

EXAMEN. El 15 de diciembre se hará el primer examen y la acreditación es válida para todas las islas.

«Hay pocos porteros sin antecedentes penales»