Carlos Pastor es un fotógrafo vallisoletano experto en captar paisajes de Eivissa y Formentera | ROCIO MARTINEZ

Carlos Pastor es un vallisoletano que llegó a Eivissa hace doce años y que un día decidió dejar su trabajo en la hostelería en el puerto de Eivissa para dedicarse a su verdadera pasión: la fotografía.

De aquello hace ya dos años y desde entonces y a base de «mucho esfuerzo y bastante paciencia para captar la instantánea perfecta» se ha hecho un pequeño nombre en el sector.

Su especialidad son los paisajes de la Isla, sobre todo la zona de ses Salines y Platge de Comte, que asegura «haber fotografiado de todas las formas y maneras», y las sabinas de Formentera.

No en vano, muchos de los que pasen cualquier fin de semana por los puestos de artesanos de la asociación es Juvert en el Mercat Vell de Vila podrán ver en su pequeña exposición algunos de los rincones más espectaculares de la Isla «retratados de una forma que rápidamente entra por los ojos».

Lugares preciosos

Precisamente Pastor asegura que gracias a la fotografía «he podido descubrir rincones de la Isla que no conoce mucha gente y que son maravillosos». Además «me he dado cuenta que de la Isla me gusta todo, desde las puestas de sol y sus playas de noche hasta los pueblos de interior con sus luces tan cambiantes».

Sin embargo y a pesar de que ha plasmado muchos, afirma que está seguro que aún le quedan muchos lugares por descubrir y que por eso uno de sus próximos objetivos «es plasmar el faro de Portinatx en un día de temporal de pleno invierno».

Precisamente Pastor prefiere esta época del año para trabajar porque, como afirma entre risas, «aunque Eivissa es bonita todo el año en verano siempre hay tanta gente por todos los lados que, por mucho que quieras, siempre sale en la imagen que no deseas».

Hablando de gente, este vallisoletano también ha trabajado captando las calles de Dalt Vila desde multitud de ángulos y maneras y retratando a sus gentes en su día a día. En este sentido este vallisoletano asegura que este campo «es de los más complicados puesto que hay que hacer bastante de psicólogo para que estén relajados y como si no pareciera que se les está captando con una cámara».