Los pequeños se conviertieron en hippies para ayudar a Somalia. | MARTA MARTIN
El Ibiza Club de Campo fue el lugar elegido por la delegación ibicenca de Unicef para celebrar una fiesta con el objetivo de recaudar fondos que se destinarán a la emergencia humanitaria existente en Somalia, donde se calcula que 1,25 millones de niños necesitan ayuda urgente y 640.000 están viviendo una desnutrición aguda. Por ello, la ONG UNICEF se ha puesto en marcha a nivel internacional para conseguir ayuda. En Eivissa, Carmen Fano, presidenta de la delegación ibicenca organizó ayer junto con muchos colaboradores una fiesta infantil con temática Flower Power en la que el payaso Cachirulo jugó con los niños y les hizo bailar, al tiempo que llevó sus castillos hinchables para que los pequeños saltaran y saltaran sin parar.
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