Dos agentes de la Policía Local de Sant Josep denuncian a un masajista en la playa. | PAULA VILLAR

La realización de masajes en zona de dominio público marítimo terrestre, es decir, en la playa, está prohibida y no se podrá regularizar. La Demarcación de Costas de Balears negó esta posibilidad al Ayuntamiento de Sant Josep que buscó ordenar la actividad, por lo que ahora, con el inicio de la temporada, ya han comenzado las denuncias contra los masajistas.
La concejala de Turismo del Ayuntamiento de Sant Josep, María Àngeles Mostazo, explicó que, a solicitud de empresarios de playas como Cala Bassa, Platja d'en Bossa y ses Salines, se pidió a Costas que permitiera al Consistorio regularizar la actividad de los masajes como si fuera una concesión más, al igual que funcionan los servicios de hamacas y sombrillas.
La petición se realizó mediante el proyecto anual que Sant Josep presenta para ordenar la ocupación de bienes en las playas y la explotación de los servicios de temporada, pero fue denegado. «La filosofía de Costas es que todo aquello que se pueda hacer fuera de la zona marítimo terrestre, no se autorizará a hacerlo en la misma», explicó Mostazo, quien detalló que la negativa se basa en la Ley de Costas de 1988 que, precisamente, especifica que «únicamente se podrá permitir la ocupación del dominio público marítimo-terrestre para aquellas actividades o instalaciones que, por su naturaleza, no puedan tener otra ubicación».
Por ello, permitir los masajes, según indicó la Demarcación de Costas a Mostazo, sería «incumplir» este artículo de la ley.

Tampoco en el chiringuito
Aún así, aunque la Demarcación Costas prohiba dar el servicio de masajes en las playas, en los chiringuitos también es una actividad irregular.
En esta ocasión, lo regula la ordenanza de actividades del propio Ayuntamiento de Sant Josep, que indica que un establecimiento solo puede llevar cabo la actividad para la que tiene licencia. Por lo tanto, según Mostazo, allí también los masajes con una actividad «irregular y no autorizada». En esta ocasión, el responsable es el propietario del local, y las sanciones del Consistorio solo llegan a golpe de denuncia, ya sea de la Policía Local o de un particular.
En este sentido, las multas que prevén las ordenanzas municipales de Sant Josep estipulan sanciones que pueden ir de los 750 euros, si son leves, a los 1.500 euros, si son graves, y hasta los 3.000 euros si son muy graves, en función de la infracción que se mide por el beneficio obtenido, el perjuicio causado a los intereses generales, a la intencionalidad o a la reiteración, entre otras cuestiones.

Los profesionales denuncian ante el Consistorio
La concejala de Turismo de Sant Josep, Maria Àngeles Mostazo, explicó que otro de los motivos por los que se no llega a regularizar esta actividad es que «las personas que están licenciadas y que tienen sus centros de masajes, así como los fisioterapeutas, están en contra y presentan denuncias al Ayuntamiento». «Porque es una actividad que les está restando y repercute en la baja de ingresos de los empresarios que están pagando sus impuestos. Es lo mismo que ocurre con la venta ambulante y los comerciantes», concluyó Mostazo.