Jaume Ferrer consigue un triunfo histórico para GxF

Por primera vez en la historia la derecha perdió en su feudo tradicional, el Pilar de la Mola, donde GxF fue capaz de alzarse con la victoria por tres y cinco votos en las elecciones al Consell y al Parlament. Victoria exigua pero de gran valor. Cuando, con cuatro mesas escrutadas (la mitad de las ocho existentes), GxF avanzaba a Sa Unió, la suma de PP y GUIF, y la sorpresa de la Mola, era obvio que GxF iba a ser la gran triunfadora de los comicios.
Finalmente, Jaume Ferrer repetirá como presidente del Consell al obtener 1.662 votos, el 44,04%, que dan derecho a Gent per Formentera de contar con seis asientos en el pleno. La coalición conservadora Sa Unió logró 1.308 apoyos y cinco consellers. El PSOE que, con 577 papeletas se hizo con los dos asientos restantes.
En la sede provisional de GxF para el recuento de votos, en el Hostal Rocaplana de es Pujols, conforme avanzaba la noche ya se vislumbraba un resultado histórico y las sonrisas afloraban en todas las caras. El gran mérito era no haber pagado factura por el desgaste obvio de cuatro años de gobierno sino que, además, el partido con menos de cinco años de existencia había sido capaz de aumentar el número de consellers.
Pese a que Javi Serra, candidato de Sa Unió al Consell afirmaba que no había nada decidido y que su formación podía pactar con el PSOE, obteniendo así la mayoría, parece difícil que este pacto se produzca. Por su parte, Juanma Costa, candidato al Parlament, felicitaba a Ferrer que también obtuvo el acta de diputado autonómico, y avanzó que era preciso desde la coalición hacer un ejercicio de reflexión y análisis para ver por qué el trabajo hecho no se había traducido en resultados. Por su parte, Cándido Valladolid, líder del PREF, se limitó a admitir su fracaso (se quedó sin representación) señalando: «El pueblo es sabio y ha decidido su opción».
Tras hacerse oficial el triunfo y al grito de «¡presidente, presidente!», Jaume Ferrer, arropado por muchos miembros de la lista, agradeció el trabajo del equipo y al resto de los partidos que la campaña hubiera sido «limpia y respetuosa».