El Ayuntamiento de Sant Josep baraja diversas propuestas para intentar preservar buena parte de las casi 670 casetas varadero contabilizadas en sus 80 kilómetros del litoral.
Según el inventario de casetas realizado para presentar ante el Consell d'Eivissa, que deberá decidir cuáles se protegen y cuáles se derriban, unas 550 ya figuraban en el catastro realizado por el Consistorio en 1978, y el resto se han instalado en los últimos 30 años. El catálogo, que ocupa diez volúmenes, también destaca la existencia de una quincena de emplazamientos en 1956 (como Cala d'Hort, Cala Vedella, Punta Xinxó, Porroig, Es Xarco, la Xanga o sa Canal), registrados por las fotografías aéreas captadas entonces por el Vuelo General de España.
Sin embargo, y aunque se calcula que algunas de estas casetas tienen cien años, su antigüedad no es la única garantía para lograr su protección mediante la figura de Lugar de Interés de Interés Etnológico, como ocurrió con los varaderos de sa Caleta. También deben mantener su estructura y carácter tradicional así como su uso para actividades pesqueras o náuticas.
Éstas son las indicaciones del Consell, que podrá tramitar su protección a través de la Conselleria de Patrimoni. Aún así, la última palabra la tendrá la Demarcación de Costas de Balears, encargada de iniciar y ejecutar los expedientes de derribo.
Planes de gestión
El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet, explicó que el inventario «no hace valoraciones subjetivas» sobre el futuro de las casetas sino que se trata de «una foto fija a día de hoy». «A nosotros nos gustaría mantener aquellas que forman parte de elementos tradicionales. No estamos diciendo que no se tenga que tirar ninguna, simplemente es un inventario de lo que hay. Y en este municipio hay mucho y por eso nos preocupa», destacó.
En este sentido, el alcalde explicó que esta semana se presentará ante el Consell y que, «como ya se ha hecho con Sa Caleta, se podrán empezar a tramitar las declaraciones de lugares de interés etnológico».
Para Agustinet, emplazamientos tradicionales como Cala d'Hort, Port des Torrent o algunos varaderos de Cala Tarida, pueden optar a esta posibilidad, más allá de que en estos espacios se puedan encontrar «elementos que no tienen nada de tradicional». Por ello, indicó que si algunos de grupos de casetas logran la declaración, se tendrán que elaborar planes especiales de gestión para determinar en qué medida aquellos varaderos que han sufrido modificaciones tienen volver a su estado tradicional para adaptarse al entorno.
«Ahora sa Caleta necesita un plan especial de gestión y si hay alguna caseta que no tiene el material que toca se deberá adaptar. Y eso puede pasar en cualquier otro lugar», puso como ejemplo la concejala de Cultura, María Ribas, que indicó que en el catálogo también se han registrado «casetas que están destruidas». «Entonces, si son de interés se pueden arreglar y, si no lo son, se pueden limpiar», agregó.
Otra de las propuestas que baraja Agustinet, es que el Consistorio solicite concesiones administrativas a Costas sobre los varaderos que se puedan conservar, ya que ahora se está haciendo un uso privado en una zona de dominio público. «Así el Ayuntamiento sabrá quien la está utilizando de manera fehaciente y podrá emitir algún título para que se usen de manera legal. Porque en el mejor de los casos se mantienen por tradición familiar pero, en el peor, la alquilan en verano o la ha comprado sin ningún tipo de papel», concluyó.
Unos 200 usuarios asisten a la presentación del inventario
Unos 200 usuarios de casetas asistieron esta semana a la presentación del inventario que detalla los varaderos, su ubicación, estado, elementos de construcción, si conservan características de uso tradicional como arriador o la embarcación, o si han sido modificados en su estructura. Se trata de un trabajo con documentación gráfica y digitalizada que se podrá consultar el 4 y 5 de mayo en las oficinas municipales de Sant Jordi, y el 6 de mayo en Cala de Bou y Sant Agustí.
Asimismo, cabe destacar que, como curiosidad, Sant Josep supera con creces en cantidad de casetas a los municipio de Sant Antoni y Santa Eulària, que cifran sus varaderos en unos 150 cada uno. En este sentido, solo en es Cubells se han contabilizado 174 casetas, así como en la zona de Sant Francesc, las mismas suman 186. Asimismo el catálogo detalla aquellas construidas después del catastro de 1978. Por ejemplo, en el primer caso, en es Cubells, ascienden a 48, y en Sant Francesc, se han registrado 23 nuevas casetas.
'Agustinet': «Que se convierta en un chalet, es otra cosa»
«Que al final se conviertan en un chalet de fin de semana, es otra cosa», destacó 'Agustinet' sobre el futuro de aquellas casetas que han sido modificadas en su totalidad. En este sentido, la concejala de Cultura, Maria Ribas, indicó que «no todo vale» en el intento de buscar la protección de las casetas, ya que en el catálogo también queda constancia de los varaderos que se han convertido en viviendas junto al mar. Aún así, Ribas aclaró que en el catálogo no se registra «ningún emplazamiento totalmente transformado». «A lo mejor hay casetas que se han modificado exageradamente mientras la de al lado sigue siendo tradicional», concluyó la concejala.
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Curioso personaje el alcalde Agustinet, ya que él o su familia tienen una especie de apartamento en Cala Vadella que no tiene nada que ver con una casita varadero, y es el primero que deberia derribar costas además los problemas que existen enquistados desde hace años como el camino que pasa por la Playa y los graves problemas del alcantarillado y las fosas sépticas han quedado en el olvido.