El que fuera delegado del Gobierno desde 1984 hasta 1996, Francisco Bonet Redolat, falleció el pasado viernes, a causa de una meningitis aguda con 74 años de edad.
Nacido en Eivissa, a los cuatro años tuvo que marcharse a Barcelona ya que su padre fue desterrado de la Isla por sus actividades políticas. En la ciudad Condal inició sus estudios aunque luego volvió a la isla para continuar se aprendizaje en sa Graduada y, posteriormente, en el Instituto de Santa Maria. Regresó a Barcelona para cursar sus estudios en la Escuela Náutica de Barcelona junto al periodista e investigador Nito Verdera.
Verdera recordaba ayer la persona de Bonet Redolat calificándolo de ser un hombre «muy respetado y abierto». A Verdera no sólo le unió una gran amistad con Paco Bonet ya que finalmente se convirtieron en cuñados.
Bonet trabajó durante mucho tiempo en una agencia de transportes, propiedad de sus padres, y luego en una agencia de viajes que montó junto a varios socios. Creó, con otros compañeros, el Partido Socialista Popular de Tierno Galván en las Pitiüses y, tras un congreso entre el PSP y el PSOE, se unificaron los dos partidos.
A partir de ahí, formó parte de la nueva organización como militante de base llegando a ser nombrado concejal del Ayuntamiento de Eivissa con Joan Prats Bonet, desempeñando este papel en dos legislaturas. De hecho, Nito Verdera destaca que durante este tiempo fue, junto a Enrique Mayans, los que consiguieron la primera desaladora para la Isla y que se construyó en Sant Antoni.
Además, también fue uno de los pioneros en la creación del grupo de donantes de sangre con su hermano o el mismo Mayans.
Desde que dejó el cargo de Delegado del Gobierno, en junio de 1996, Bonet Redolat no quiso ningún tipo de representatividad ni protagonismo a pesar de que se le ofreció todo tipo de cargos públicos. Aún así, no dejó de lado los sentimientos socialistas con lo que participaba de manera muy activa en la política, según recordó Verdera. El hecho de que aún hubiera guardias civiles o fuerzas de la seguridad, con los que coincidió durante estos 12 años, que se parasen a charlar con él demuestra su trayectoria impecable en la vida pública de las Pitiüses.
En tierra firme por amor a pesar de su pasión marinera
Francisco Bonet Redolat, tras cursar sus estudios en la Escuela Náutica de Barcelona, regresó a Eivissa optando por quedarse en tierra firme y descartar la posibilidad de marcharse a navegar como sí hizo Nito Verdera. El motivo: el amor que le unía a la que por aquel entonces era su novia y ahora esposa y madre de sus dos hijos. Aún así, Bonet Redolat ha sido siempre un amante del mar y de ahí su admiración a la embarcación que poseía. Por ello, no era nada raro verlo frecuentar el Club Náutico Ibiza con sus amigos de siempre y compartiendo sus experiencias marineras.
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dos hijos y una hija, carmen.