Solidaridad sindical con Guatemala

El STEI-i está impulsando los microcréditos a través de la formación en los centros comunales de Guatemala. Este es el siguiente paso de un trabajo de catorce años de colaboración con entidades de Guatemala, como Conavigua y Adhegua, que se ha plasmado en el libro El nostre camí no s'atura, que presentó ayer en Eivissa el director general de Cooperació del Govern, Josep Ramón Balançat, el presidente de Ensenyants Solidaris, Pere Polo, y Odilia Perén, autora del estudio y colaboradora en Guatemala dentro de los proyectos de cooperación del STEI-i y de Ensenyants Solidaris.
Con Conavigua se ha trabajado en la formación intentando alfabetizar a las mujeres a la vez que se le daba semillas para que cultivaran su propio huerto ya que «cada vez dependen más de fuera», precisó Polo. «Nos interasaba que esta formación, a través de la pedagogía popular, se hiciera en el sitio en el que viven para aprender a leer y participar en la vida», añadió. La guatemalteca Odilia Perén ha recogido en el libro cómo ha sido esta experiencia. «Nos interesaba para poder analizar si tiene sentido lo que hemos hecho o ver qué variaciones podemos hacer».
Atención a la mujer
El libro recoge también el trabajo realizado con el proyecto de Adhegua en los centros comunales de Guatemala. El centro comunal, gestionado por la mujer, constituye un punto de encuentro para las guatemaltecas y se les diera formación. A través del proyecto se le facilitó hornillas para cocinar, máquinas de coser, un horno para cocer pan, de un molino y de una pequeña tienda para que puedan vender y acceder a los productos más básicos.
El proyecto ya está empezando a dar sus frutos porque un grupo de mujeres que han participado en el proyecto se han unido para desarrollar un pequeño proceso de exportación. «En el molino están moliendo una semilla que tiene muchas vitaminas y han empezado a hacer pequeñas exportaciones a gente y eso es esencial».
La crisis también está pasando factura a estos centros comunales por lo que el objetivo es que se vuelvan a reorganizar las mujeres. «La idea es volver a dinamizarlo dando una vertiente a través de microcréditos», subrayó Polo. El trabajo en Guatemala no ha acabado para el STEI-i.