El cambio de burletes (relleno en los quicios para asegurar su cierre) en las puertas es la solución que se ha dado para lograr más intimidad en el centro de salud de Sant Antoni. Los vecinos se han quejado en varias ocasiones de la falta de intimidad en las consultas ya que aseguran que se escuchan las conversaciones entre paciente y médico desde la sala de espera.
Ante esta situación, la empresa encargada de las obras del centro, Copasa, ha hecho un cambio en los burletes en las puertas para insonorizarlas. En estos últimos meses ha realizado varios desplazamientos al centro de salud para examinar las instalaciones y localizar el foco del problema. La última visita fue el pasado 21 de julio y estuvieron acompañados por los servicios técnicos del Àrea de Salud y el coordinador del centro, José Segador. En las inspecciones realizadas se ha descartado que el problema fuera por el falso techo o por los conductos del aire acondicionado