Israel, del centro de buceo Anfibios, en la replica de los efectos beneficiosos de la posidonia en el mar. | Marco Torres

El próximo sábado será en la playa de Talamanca, y así irá rotando junto con ses Figuertes durante toda la temporada este taller sobre la posidonia. Esta actividad está dentro de las ofertadas por la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Vila, junto con las visitas teatralizadas a Dalt Vila y las visitas a Puig d'es Molins.

Ayer, 20 personas quisieron disfrutar de una inmersión con esnorquel en la costa de ses Figueretes para acercarse y poder ver las praderas de posidonia, y también inmortalizarlas con una cámara subacuática. Pero antes, el taller también contemplaba una serie de explicaciones para saber porqué hay que conservarla y porqué es tan importante. «Las Pitiüses son uno de los lugares del Mediterráneo donde más posidonia hay. Además, esta planta marina oxigena el mar y le da, también, ese color turquesa al agua», comentaba Israel, del centro de buceo Anfibios encargado de impartir el taller. Ante la atenta mirada de los asistentes, también explicó el monitor el uso que se le daba a la hoja de posidonia seca. «Servía para cubrir los tejados de las casas pagesas y aislaba», comentaba.

«Casualmente hice un trabajo de campo sobre la posidonia, ya que en mi pueblo, Villanova, en Barcelona, hay bastante. Por esos conozco un poco todo lo que están explicando», comentó Natalia, que participó ayer en compañía de su amiga Noelia.

Tras la parte teórica llegó el momento de la inmersión. Varios kayaks sirvieron como medio de transporte hasta la zona donde los participantes podrían ver y tocar esta planta marina.