La portavoz del Govern, Joana Barceló, admitió ayer que el Ejecutivo autónomo tendrá que hacer «un gran esfuerzo» para cumplir con el recorte que exigen las medidas anticrisis acordadas por el Ejecutivo de Zapatero. A falta de una cifra concreta, Barceló situó «en torno a los 200 millones» el esfuerzo que corresponderá a Balears.
Las medidas directas anunciadas por Zapatero sólo cubren unos 38 millones (30 corresponden al 'tijeretazo' al sueldo de los funcionarios y empleados públicos) y el Ejecutivo, por boca de Barceló, admite que no hay demasiado margen de maniobra. Su mensaje fue claro: que se avecinan tiempos difíciles y que todas las instituciones, entre ellas los consells, deberán asumir su cuota de responsabilidad.
En este sentido, aunque no especificó demasiado esta posibilidad, Francesc Antich podría aprovechar la llamada 'conferencia de presidentes' para intentar una acción coordinada de los consells.
Barceló no descartó ninguna medida, si siquiera el aumento de la carga impositiva autonómica, aunque «siempre vinculada a la renta» y a «las rentas altas». Pero tampoco descartó la aprobación de un impuesto medioambiental, como apunta el Bloc, si bien reconoció las dificultades de ponerlo en marcha porque requeriría de un amplio acuerdo político entre los partidos de las islas.
Inversiones
A la espera de conocer qué inversiones públicas paralizará el Gobierno central en toda España, valoradas en 6.000 millones de euros, Barceló aseguró que en las islas se gastarán los 500 millones de euros que ya se están ejecutando, que corresponden a obras en marcha o en fase de tramitación.
Tampoco se tocarán los 200 millones de euros de Balears que proceden de las inversiones estatutarias, ha garantizado la portavoz.
El ahorro de 200 millones se conseguirá, entre otros conceptos, del 4 por ciento -30 millones aproximadamente- de las inversiones de las consellerias previstas para este año pero que aún no están comprometidas. En todo caso, no se trata de un «bloqueo» sino de una «ralentización».
La portavoz recordó que Balears ya había empezado a tomar 'medidas anticrisis' antes que otras comunidades y, en este sentido, aludió a 'adelgazamiento' de la Administración y a la fusión de empresas. Ayer mismo, en el Consell de Govern, aprobó fusionar don entes de Turisme en uno de nueva creación.