Pequeñas, sonrientes y naturales

Natalia Gordon cuenta que muchas personas se sorprenden cuando al acercarse a su puesto de venta de artesanía comprueban que esas brujitas que tiene en exposición están riendo y además dan suerte: «Llama bastante la atención porque siempre se asocia la bruja a algo malo, pero las mías sonríen; quiero transmitir que mis brujitas son alegres». Y lo consigue gracias en buena parte al cariño, esfuerzo y dedicación que emplea día tras días en la creación una por una de sus muñecas. Para ello utiliza materiales como tela de saco, esparto, pita, madera y pintura. Según cuenta, el primer paso es encolar la tela de saco: «Una vez seca se puede cortar y dar la forma de la base», puntualiza. Con hilos de lana piensa más tarde qué color de pelo dará a cada brujita. Y en las escobas utiliza esparto. «Todos los años renuevo los modelos. Les pongo también un ramito de romero y tomillo en la mano para que intenten dar suerte a quien las compra», explica Gordon, secretaria de la asociación cultural Es Juvert, que en la actualidad muestra el trabajo de sus 35 artesanos (25 en activo) los sábados en Sant Jordi y los domingos en el Mercat Vell de Eivissa: «Incluiremos un mercado más en Sant Antoni, que seguramente será todos los viernes por la tarde-noche», puntualiza.