Un centenar de padres se concentraron ayer en la puerta del colegio para protestar por la situación del centro. | Irene G.Ruiz
Los padres y madres de alumnos del colegio de Can Misses no descartan recurrir a los juzgados o realizar más movilizaciones si no se dispone de un informe sobre la situación real del centro, del que ya se han cerrado, al menos, dos aulas de infantil y una de informática. Una multitud de padres se congregaron ayer en la puerta del colegio, a las nueve de la mañana, durante quince minutos con pancartas en las que se leía «Por la seguridad de nuestros hijos», «Soluciones ya!». También los profesores celebraron un claustro en el que se abordó la situación del centro.
Hoy está prevista una reunión de los padres con el gerente del Institut balear de Infraestructuras Educativas, Ibisec, Francisco Fernández Terres, en la que se dará cuenta de los resultados del informe realizado estos días en el colegio, que recibe cada día la visita del arquitecto municipal y la aparejadora de la Conselleria d'Educació. Después de esta reunión, los padres volverán a mantener un encuentro, el día 17, para determinar qué medidas se adoptan.
La presidenta de la Amypa, Carmen Ortiz, aseguró ayer que aun no se han realizado obras en el colegio: «Han ido tapando grietas de alguna aula en la que se había picado. Se ha clasurado sin tener ningún informe para ver si esas grietas son patológicas». Al cerrar las aulas de infantil de tres años, los alumnos ocupan otros espacios «que restan calidad al resto de niños del colegio».
Además de las aulas de infantiles, están también inhabilitadas las de inglés, informática, religión y educación especial lo que aseguran que merma la calidad de la educación y no se pueden realizar desdobles. Ortiz afirma, además, que en otra de las aulas a las que se ha trasladado a los niños, la de inglés, también tiene una grieta y goteras. «Educació tiene la obligación de hacer un reconocimiento del centro cada cinco años al menos de su estructura pero no se ha hecho», apuntó la vicepresidenta de la Amypa, Catina Torres. «No sabemos donde estamos metiendo a nuestros hijos», añadió.
«Estudio ridículo»
Los padres reclaman un informe riguroso del estado en el que se encuentra en el colegio. Aseguran que el estudio previo realizado por el Ibisec es «ridículo, porque no había ninguna medición, ni se habla de aulas ni de grietas minúsculas».
Por su parte, la directora de Planificació i Centres, Elvira Badia, no descarta que se tengan que instalar aulas prefabricadas a la hora de hacer la reforma prevista en el centro. «Si son necesarias, las pondremos», dijo. No obstante, los padres rechazan esta idea. «No estamos dispuestos porque al no tener ni un solo plazo nos tememos que sea como los barracones instalados en el patio desde hace cinco años», añadió la presidenta de la Amypa, Carmen Ortiz.
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