R. C./J. M.

La economía balear podría ofrecer en el tercer trimestre de 2010, previsiblemente y «con todas las cautelas del mundo», los primeros datos positivos de recuperación, si bien el el PIB balear caerá el próximo año un 1,5% frente al -0,3 de España, según estimaciones del Ejecutivo autonómico y del Gobierno central, según aventuró ayer el conseller d'Economia i Hisenda, Carles Manera, que ha expresado su prudencia a la hora de vaticinar el futuro económico ante un panorama inestable.

Manera presentó un minucioso informe repleto de datos sobre la Coyuntura Económica de Balears, que indica que el panorama económico es «duro».

El decrecimiento de la economía en las islas este año será del 2,9%, según los datos del Govern, y del 3,7% en el ámbito nacional, según la Comisión Europea. Sin embargo, la economía insular podría, a partir del tercer trimestre de 2010, mostrar signos «más positivos» que otras comunidades autónomas siempre que se recuperen Alemania y Gran Bretaña, los principales emisores de turistas a Baleares. Para estos países, el pronóstico de crecimiento del próximo año será de un 0,3% y un 0,9%, respectivamente, eso sí, inferior a la media nacional. A esto debe sumarse el buen nivel actual de la tasa de actividad balear, del 68% frente a la media española del 59%, y el esfuerzo inversor del Ejecutivo autonómico del para el próximo año de más de 650 millones de euros.

En conjunto, Menorca será este año la isla con una pérdida mayor de riqueza (-3,4%), Mallorca se mantiene en la media balear (-2,9%) y las Pitiüses se posicionan mejor (-2,4%). Manera destacó, sobre todo, que Formentera, debido a que sus visitantes son italianos, no se encuentra en situación de crisis. Ante las «bolsas de pobreza» que está generando la crisis, el Ejecutivo tiene previsto un paquete de medidas sociales para paliar esta situación, puntualizó el conseller.

Las consideraciones sobre la economía de las Pitiüses refrendan esta lectura: la afiliación a la Seguridad Social, un -5,4 por ciento, cayó más suavemente qu en el conjunto del archipiélago; la variación del paro registrado es 14 puntos porcentuales menor que el conjunto regional (septiembre de 2009, 40% interanual); Eivissa también presenta la meor bajada del número de pasajeros por vía aérea (-2,1% hasta agosto); incremento del número de cruceristas en más de una tercera parte respecto al año pasado; bajada del número de pernoctaciones y números de viajeros en hoteles (-12,9% y -18,4%, respectivamente) y de turistas (-8,9%), y el incremento en agosto de mercancías por vía marítima embarcadas y desembarcadas en agosto (9,3 por ciento).

Deflación

El informe señala que el IPC balear ha entrado en fase de deflación y, además, la falta de confianza de los consumidores tiene como resultado que no se compre, por lo que los ahorros familiares aumentan de «manera brutal» y los pasivos de los bancos de Balears están subiendo «como la espuma», señaló Manera. Por ello, el conseller ha pedido «sentido común a todos», incluidos los medios de comunicación, para que los mensajes que se lancen en tiempo de crisis sean ponderados con el objetivo de no agravar aún más esta difícil situación. El informe refleja que en agosto pasado, los ingresos y precios de los hoteles cayeron un 2,7% y un 3,3%, respectivamente, mientras que los gastos de turistas internacionales en la temporada alta han disminuido en casi 200 millones este año frente el pasado. «Nuestra tasa de actividad del 68 por ciento es un signo inequívoco de robustez y rigurosidad, que indica que nuestra capacidad de resistir a la crisis es más importante que otras economías regionales, pese a la severidad de la situación en la que nos encontramos», remarcó Manera para confirmar sus previsiones, pero dejó claro que «no veo brotes verdes».

El conseller de Economía i Hisenda, Carles Manera, subrayó que la «severa crisis» obliga al Govern a «modular temporalmente» los acuerdos salariales pactados con los funcionarios y el personal sanitario y docente de Balears, ya que es «imposible hacer frente a todo» tras la caída prevista para 2010 de los ingresos en 1.000 millones de euros. Manera remarcó que el Ejecutivo «no incumplirá» sus compromisos alcanzados con los citados colectivos, pero insistió en que el Govern necesita un «tiempo» que le permita «oxigenarse», ya que, en caso contrario, advirtió de que «no sería posible hacer frente a nuestros compromisos de política social». «El 2010 será un año muy duro a nivel económico, por lo que pedimos a los agentes económicos y a las instituciones públicas que hagan un ejercicio de responsabilidad y solidaridad», destacó, al tiempo que insistió en que el Govern es «consciente» de que debe cumplir los convenios firmados con funcionarios, personal sanitario y los profesores. No obstante, Manera reiteró que primero hay que dejar que la economía «remonte» y comparó al Govern con las familias y las empresas, que en situaciones de dificultad económica se ven obligadas a «ajustarse a la nueva realidad».