Haciendo todas las salvedades propias de cualquier media estadística, lo cierto es que el Consell Econòmic i Social (CES) de Balears ha determinado que el pasado año cada ciudadano de las Pitiüses entregó a las arcas de las diferentes administraciones 8.474 euros de media. Teniendo en cuenta que el Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra la población de derecho de Eivissa y Formentera a 1 de enero de 2008 en 134.200 personas, esto representa que impuestos y tasas supusieron una recaudación de 1.137,26 millones de euros.

Esta cifra está situada ligeramente por debajo de la media balear, de 8.528 euros, la tercera más elevada del país sólo por debajo de la de Madrid (9.381) y País Vasco (8.919). Por contra, es mucho más elevada que la media nacional, 6.749 euros, y más que duplica la de Canarias (3.943 euros), la más baja de todas.

Los datos del CES reflejan que la carga fiscal de los ciudadanos de Eivissa y Formentera en 2008 fue 1.034 euros superior a la de 2007. Este crecimiento tan elevado en un año en que se inició la crisis se explica, según los analistas, en el desfase que se produce en la recaudación. Es decir, el pasado año el Estado ingresó las partidas del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto de Sociedades del ejercicio precedente, el de mayor actividad turística y económica en las Islas desde hace décadas.

Los datos que aporta el CES incluyen también la presión fiscal por habitante, es decir, el porcentaje medio que se destina a pagar al fisco respecto a la renta per capita media. En el caso de las Pitiüses esta ratio es de casi un tercio (32,64%), lo que implica que los ingresos medios por habitante se situaron en 25.963 euros, sólo cuatro euros por debajo de la media balear, pero casi 2.000 por encima de la media española.

Según el municipio

Volviendo a la carga fiscal, existen ligeras diferencias entre municipios. La horquilla va desde los 8.369,57 euros por persona que se recaudaron en Formentera (25.968 euros de renta per capita) a los 8.620,95 de Sant Josep (25.966 euros per capita). Entre medias se sitúan Santa Eulària (8.422,66 euros de impuestos y 25963,81 de ingresos), Vila (8.431,63 y 25.968,25), Sant Joan (8.448,85 y 25964,50) y Sant Antoni (8.502,57 y 25969,97).

El CES también incluye en su memoria un cálculo del reparto de las cargas fiscales en función del tipo de impuesto al que se refieren. Así, de media, los impuestos indirectos son los que más peso tienen en el conjunto, alcanzando una media de 5.049 euros. En este paquete se incluyen aquellas cargas que no recauda directamente el Estado si no que lo hace a través de terceros. El caso más representativo es el del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que se carga a la compra de productos y servicios, cuyo tipo general se sitúa en el 16% y que se prevé se incremente en dos puntos a partir de julio.

A continuación se sitúan los impuestos directos (cuya representación más clara son las declaraciones de la renta positivas, es decir, a pagar), situados en una media de 2.998,57 euros por persona.

Por último, las tasas y otros ingresos fijados mayoritariamente por las administraciones autonómicas y locales supusieron, de media, un desembolso de 426 euros.

La pensión contributiva media en Balears se situó el pasado año en 656 euros, una cifra por debajo de la media nacional, que alcanza los 725 euros. Si el dato autonómico se puede considerar malo respecto al estatal, si la comparación se hace usando los datos de las Pitiüses, la situación no hace más que empeorar.

En el caso de la isla de Eivissa, la diferencia con la media balear no es demasiado abultada, al situarse en 633 euros. Pero cuando se estudian los datos de Formentera, la cuestión pasa a ser preocupante. No sólo es el peor dato de todo Balears, sino que la cifra es manifiestamente baja: 575 euros.

En total, en Balears había el año pasado 161.430 personas que cobraban una pensión contributiva.