J.M.ALONSO

Por qué escoger la isla de Haití para hacer una mezcla con Eivissa para el Curso Internacional de Coordinación?

-Por parte de la Dirección de la Escuela Nacional de Protección Civil se eligió Haití por la experiencia previa que se había tenido en catástrofes internacionales tras los huracanes de los últimos años y porque los entornos territoriales de Haití e Eivissa permitían crear una zona ficticia sobre la que poder trabajar y desarrollar los supuestos con datos y evoluciones reales. Además, era importante que fuera un entorno aislado e independiente geográficamente lo que añade dificultades logísticas, de gestión y coordinación de recursos, de disponibilidad de medios, de movimiento de equipos y también de despliegue.

-¿Cómo valora el curso internacional que impartió en la Escuela Nacional de Protección Civil de Madrid sobre actuación en catástrofes?

-Muy interesante, primero porque deben mezclarse los aspectos teóricos con la práctica, y segundo porque los supuestos que se plantean y las necesidades del propio ejercicio obligan a los formadores a una importante tarea previa de diseño, análisis y reflexión sobre las variables que pueden darse en el desarrollo de un escenario de este tipo y, además, todo en inglés. Por otra parte, la interactuación con los alumnos es muy enriquecedora porque permite el intercambio de experiencias e ideas dado los distintos planteamientos técnicos e incluso culturales que se plantean, ya que han participado personas de 17 países.

-Estos contactos con especialistas en emergencias de otros países, ¿sirvieron para tomar nota sobre alguna necesidad o buena idea para las islas?

-La verdad es que como las partes prácticas del curso deben estar muy definidas esto obliga a aprovechar toda la información que teníamos de Naciones Unidas y del propio Mecanismo Europeo de Coordinación de Emergencias a la hora de extrapolarlo al ejercicio. Esta reflexión, es cierto que permite tener que plantearte muchas cosas, más si cabe cuando yo era el único técnico seleccionado por Interior de una Comunidad Autónoma, y además de una Comunidad Autónoma que el hecho territorial fundamental es la insularidad. Es decir, muchos de los planteamientos a los que ellos [los participantes] tenían que enfrentarse son los mismos a los que tenemos que enfrentar aquí, y eso ayuda mucho a pensar y a buscar alternativas antes de que ocurran las cosas.

-¿Cuál es la principal limitación que tienen Eivissa y Formentera a la hora de encarar las emergencias?

-Sobre todo la posibilidad de poder contar con recursos exteriores que nos refuercen, ya que hay una serie de factores que condicionan estratégicamente su disponibilidad, como la climatología, las condiciones del mar, el hecho de que determinados recursos no se puedan mover fácilmente o en determinadas horas del día. En definitiva al ser islas tenemos unas necesidades logísticas particulares. De ahí que la respuesta local sea muy importante.

-¿Cuál es el tiempo de respuesta en Eivissa ante una emergencia, es satisfactorio?

-Hay que matizar: tiempo de respuesta desde que se conoce el incidente, porque a veces la falta de conocimiento del número al que llamar o no dirigirse al organismo correspondiente dilata en exceso la respuesta de los recursos. Hay que recordar que el número único de urgencias y emergencias para toda Europa es el 112, es muy importante que todos los ciudadanos lo conozcamos y lo usemos si es necesario. Contestando a la pregunta, depende del tipo de servicio. Es cierto, en primera instancia, que la respuesta ante una emergencia está en función de cómo se repartan los medios territorialmente. Si en lugar de estar concentrados en un único punto, están distribuidos adecuadamente con un criterio técnico, el tiempo de respuesta se reduce, ya que se acerca el recurso lo más posible a la situación, lo que redunda directamente en la calidad de la actuación que se presta al ciudadano.

-De esto se deduce que sería interesante contar con más de un parque de bomberos en la isla.

-Sí. Lo que hace falta además es que con un estudio y un análisis previo se definan cuáles son las necesidades presentes y a futuro de esa red de parques o de centros de socorro, pero no sólo de bomberos, sino también de Protección Civil, de los Centros de Coordinación, del servicio de ambulancias, de los Servicios de Salvamento, de equipos especializados, etc?

-¿Cree que deberían crearse pues más parques de bomberos?

-Yo en las decisiones políticas no puedo entrar, pero a nivel técnico sí que se hace necesario un estudio en profundidad de cuál es el sistema de respuesta ante emergencias que necesitamos dada la disgregación competencial, cuál podemos asumir y cuál es el que deberíamos tratar de implantar de aquí a medio plazo.

-De hecho, los municipios de más de 20.000 habitantes deben contar por ley con su propio parque.

-Tener más de 20.000 habitantes condiciona por ley a tener que prestar determinados servicios, en este caso sí es cierto que los municipios que superan esta población tienen la obligación de prestar servicios operativos de protección civil y extinción de incendios, ya sea en solitario o mediante mecanismos de colaboración.

-Desde febrero del año pasado usted es presidente de la Asociación Española de Lucha Contra el Fuego (ASELF), ¿qué supone ser presidente de una organización como esta?

-Un honor y un reto. ASELF ha cumplido 50 años y lo hemos celebrado en Zaragoza haciéndolo coincidir con el 22º Congreso Nacional de Bomberos y, de hecho, el presidente de honor de estos actos ha sido S.M. el Rey. ASELF es una entidad sin ánimo de lucro y, además de participar en los órganos consultivos de varias Administraciones y Comités Técnicos nacionales e internacionales, está declarada de interés público, es la más antigua en España y la que mayor representación social tiene con cerca de 1.200 socios. Es algo que me lleva tiempo ya que la sede está en Madrid y no es remunerado, todo hay que decirlo.