Garí defiende que trabajaron «de sol a sol» para proteger el patrimonio de las obras de las autovías

Garí defendió ayer que Posidonia hizo su trabajo «escrupulosamente» y recordó que no se empezó a hacer seguimiento arqueológico hasta que ellos denunciaron la destrucción de una cisterna en Can Misses, cuando ya se había rebajado gran parte del terreno. «Estuvimos muchos meses trabajando de sol a sol, sábados y domingos, Navidades y Semana Santa; no sólo hicimos nuestro trabajo, sino que encima hicimos trabajo que otra gente debería haber hecho, que es velar por el patrimonio de Eivissa y asumir una responsabilidad que no nos tocaba», aseguró el actual director de Patrimoni, que cree que si no hubieran hecho bien su trabajo seguro que desde el Consell se les habría abierto un expediente, cosa que no ocurrió.

Garí piensa que Ramon sólo ha querido descargar las culpas sobre Posidonia cuando «las responsabilidades están en otro lado».

Eso sí, el director de Patrimoni reconoce que la empresa MAB, que realizaba las obras, muchas veces no les avisaba de que estaban haciendo rebajes de tierra. «Al principio les advertimos de que nos tenían que avisar porque eran muchos kilómetros; este era el compromiso, hasta que nos dimos cuenta de que no nos avisaban, con lo cual enima hacíamos trabajo de policías para ver si había máquinas trabajando», añadió Garí, que asegura que informaron de todo, también de los hallazgos de yacimientos, al Consell. «Lo hicimos de forma verbal hasta que nos dimos cuenta de que lo que no estaba por escrito no existía», añadió.

Joan Ramon dijo en su declaración como imputado que tenía la impresión de que hubo gente que quiso hacer «carrera política» con los destrozos patrimoniales de las autovías. Garí replicó ayer que estas declaraciones le han «sorperndido mucho» porque pasó «mucho tiempo» desde que trabajó con Posidonia en el tema de las autovías hasta que entró en Eivissa pel Canvi. «En ese momento no tenía ninguna intención de entrar en política», aseguró el director de Patrimoni, que actualmente es jefe de Joan Ramon, algo que no contribuye al buen ambiente en la institución. «Cuando entré en el Consell esta situación ya existía; siempre he obviado los problemas de tipo personal y he intentado mantener una relación cordial porque es mi equipo y tengo que trabajar con ellos; ahora sólo hay que esperar al juicio para que se depuren responsabilidades, pero tengo la conciencia muy tranquila porque hicimos más de lo que nos tocaba».