Elio, Iván, Mohammed, Saray, Erika, Javier y Juanan se dirigieron ayer a la finca municipal Es Llaurador de Santa Eulària no para afrontar un día laboral más sino para recibir los certificados que les acreditan como profesionales en la restauración de áreas degradadas. «Hoy [por ayer] cerramos una etapa en vuestra vida que es un punto y seguido. Al principio siempre cuesta un poquito, pero habéis aprovechado muy bien el tiempo. A partir de ahora no vale parar porque el mundo sigue», afirmó Carina Escandell, directora de la escuela municipal Es Llaurador, antes de iniciar el acto de entrega de los certificados, al que también asistieron el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, la concejala de Cultura y Educación, Ana Costa, el concejal de Juventud, Salvador Losa, y la concejala de Promoción Turística, Carmen Ferrer.

Nervios, emoción y algo de nostalgia por la etapa que se cierra se mezclaron con la ilusión por comenzar a buscar trabajo y, en otros casos, retomar los estudios: «La verdad es que me da pena acabar, pero también tengo ganas de buscar un trabajo que esté relacionado con el campo y el bosque, por ejemplo», explicó Mohammed Amnad, de 19 años, quien puntualizó: «En un futuro me encantaría formar parte del equipo del Institut Balear de la Natura (Ibanat), aunque para eso primero tengo que tener el graduado escolar, que espero sacarme pronto».

Mohammed y el resto de sus compañeros han trabajado durante dos años en la recuperación de la finca municipal de Es Llaurador, un terreno de cuatro hectáreas que cuando llegaron los alumnos era totalmente intransitable: «Lo primero que pensé cuando vi todo el campo lleno de maleza, que no se podía ni entrar, es que no acabaríamos nunca y hoy estoy que no me lo creo. Me siento muy orgulloso de todo lo que hemos hecho; los monitores, Miguel Hernández y Lucas Prats, nos han ayudado mucho y nos han facilitado el trabajo», explicó Elio, quien añadió: «De tanta hierba alta que había en el bosque ni se me ocurrió imaginar que había una casita payesa». Durante estos dos años, los alumnos han completado su formación específica en restauración de áreas degradadas (poda de árboles, plantación de frutales, desbrozamiento, implantación de sistemas de riego) con otros módulos que les ayudarán en su futura carrera profesional, por ejemplo, habilidades sociales o prevención de riesgos laborales.

Nuevo proyecto

El trabajo de estos alumnos sienta las bases para la continuación de las labores en la finca de es Llaurador: «El 2 de noviembre iniciamos una nueva actividad formativa, la Casa d'Oficis en la que los nuevos alumnos trabajarán principalmente tres módulos: agricultura, instalación y mantenimiento de sistemas de riego y poda y restauración de árboles», afirmó Alicia Torres, coordinadora de la escuela municipal de formación del Ayuntamiento de Santa Eulària. Igual que en el caso de los alumnos que recibieron ayer el diploma, los nuevos trabajadores forestales recibirán información teórico-práctica durante los seis primeros meses y a partir del séptimo y hasta que se complete el año obtendrán el 75 por ciento del salario mínimo interprofesional.

El Ayuntamiento de Sant Antoni entregó ayer los diplomas de participación a los siete alumnos que han acabado satisfactoriamente la formación del programa Alter, una inicativa que la Dirección General de Menores y Familia desarrolla en los municipios interesados mediante un convenio de colaboración. El programa Alter está destinado a alumnos de entre 14 y 16 años escolarizados y que vivan en alguna situación de riesgo de exclusión social porque no quieren seguir estudiando.

El Ayuntamiento de Sant Antoni formó junto con las empresas colaboradoras a siete alumnos en las modalidades de aprendiz de mecánica, mecánica náutica, hostelería y jardín de infancia, por ejemplo, en algo más de 500 horas. En este curso se han matriculado el mismo número de alumnos (siete) y muchos de ellos quieren aprender oficios parecidos a los del año pasado. La novedad más importante es que el ayuntamiento portmanyí participa como empresa colaboradora de este programa.

Al acto de entrega asisiteron el alcalde de la localidad, José Sala, y la concejala de Juventud y Bienestar Social, Lidia Prats. El consistorio agradeció a las empresas colaboradoras tanto del municipio como de fuera del mismo su colaboracíon en el proyecto: «Porque sin su ayuda el programa Alter sería muy complicado de llevar hacia adelante», precisaron.

El programa Alter tiene como objetivo conseguir el regreso del joven al mundo escolar, reforzar sus competencias y habilidades sociales. Al mismo tiempo les ofrece un aprendizaje prelaboral y les ayuda en la incorporación social, laboral y educativa.

María José Real