Los datos de paro registrado en septiembre en las oficinas del Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB) han confirmado, de la forma más traumática posible, lo que venían anunciando empresarios y sindicatos: la mala temporada turística obliga a adelantar el cierre de numerosos negocios relacionados con la actividad turística.
Los servicios han perdido algo menos de 1.100 empleados en comparación a agosto de forma que la cifra total de desempleados en el sector terciario rozaba a 30 de septiembre los 5.350. La pérdida intermensual de más de un millar de contratados supera incluso el balance global de todos los sectores productivos juntos, puesto que el número de parados se ha incrementado en un mes en unas 980 personas hasta rozar los 8.500 desempleados.
Los datos de este año son más preocupante si se tiene en cuenta que los servicios cerraban septiembre de 2008 con unos 3.480 parados tras subir en 810 personas. Porcentualmente el incremento era mayor, pero la masa laboral que se encontraba sin actividad era casi la mitad.
Por subsectores, los hoteles son los que más han contribuido a este hundimiento del empleo, con casi 2.000 parados al cierre del pasado mes, unos 350 más que a finales de agosto. El comercio también acusa el fin de los refuerzos estivales y acumula algo más de 1.150 parados y un incremento intermensual de 150 personas. Por último, el epígrafe de 'resto del sector servicios' es el que acumula el máximo de desempleados (2.250), tras incrementarse la cifra en unas 200 personas.
Sube la construcción
La única buena noticia, y siempre hablando de forma relativa, es la ligera mejoría que ha experimentado el paro registrado en el sector de la construcción. Dentro de este apartado se contabilizaron el mes pasado casi 2.600 desempleados, cifra disminuida en unas 135 personas respecto al mes anterior. Eso sí, esta actividad sigue representando por sí sola cerca de un tercio del total del desempleo registrado en las Pitiüses.
El resto de sectores, el industrial y el agrícola, también han visto cómo crecían sus registros de desempleados, aunque lo hacían en niveles tan bajos que no condicionan los datos globales de las Pitiüses. Eso sí, la diferencia respecto al cierre de septiembre del pasado año supone que entre ambas han alimentado las listas del paro con unos 135 trabajadores.
Por último, cabe resaltar que el incremento en el número de parados se ha nutrido fundamentalmente de asalariados españoles (unos 700) que, además, suman ya unos 5.700, dos tercios del total de los parados registrados en Eivissa y Formentera.
La consellera de Treball, Joana Barceló, reconoció ayer que la situación de paro que atraviesa Balears es «mala, muy mala», después de sumar en septiembre 72.116 desempleados, algo que ha achacado a que la temporada turística se ha terminado antes de lo habitual. «Esto define de forma clara la debilidad de nuestro mercado laboral», declaró Barceló en rueda de prensa, en la que ha subrayado que Balears ha registrado una subida del paro por encima de la media nacional «marcada por la estacionalidad y por la finalización anticipada de la temporada turística».
Los que salen peor parados de esta situación son, según la consellera, los trabajadores del sector turístico y de servicios (por encima de los de la construcción) y, en concreto, los temporales más que los fijos discontinuos que, de algún modo, mantienen un vínculo contractual.
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