Didácticos, de divulgación, de miniaturas, de réplicas, relacionados con alguna serie de televisión, para público infantil o para adultos, son sólo algunos de los tipos dentro de la gran variedad de coleccionables que se pueden encontrar en el quiosco.
«¿Tenéis el segundo número de Pocoyó?», pregunta Desiré al entrar en la librería de Katy en Sant Antoni. «Pues se han agotado todos», le contesta la propietaria. A estos pequeños problemas se enfrentan cada días los 'coleccionistas'. «No sé qué pasa con esta colección que no la encuentro por ningún sitio», añadió la joven a modo de queja. En la mayoría de estos casos la televisión ejerce la fuerza de un poderoso imán y hace que cada número se agote en los puntos de venta. De este modo se hace verdaderamente complicado poder adquirir el número en cuestión. «De las primeras entregas siempre te envían muchos ejemplares. En cambio, del resto van disminuyendo. Aún así hay algunos que son casi un fenómeno y desaparecen al llegar», explica una de las responsables de la librería Vara de Rey. Según comenta esta profesional es difícil calcular cuántos se venden al día, pero lo que sí está claro es que «según sale los primeros anuncios en televisión la gente viene como loca», añade. Además, las campañas de lanzamiento se hacen justo en el mes escolar y durante las navidades. Ahora se ha creado el sistema de reserva garantizada que permite que el cliente se asegure la colección completa y no tenga problemas para encontrarla.
Las editoriales han encontrado un buen negocio en este terreno y cada vez emplean más ingenio en cuanto a la temática. Sobre dibujo y pintura, Star Wars, de plumas estilográficas, para hacer ganchillo, de clásicos de la literatura o libros históricos, sobre manga, para aprender a bailar, acerca del cine de Cantinflas, réplicas de coches antiguos, trenes o barcos; para hacer una maqueta del Titanic...y así hasta más de un centenar de opciones, eso sí, todas por entregas.
En cuanto a los precios, funcionan como gancho. «Los precios resultan realmente atractivos en los primeros números pero luego muchos suben tanto que la gente deja de comprarlos», explica Ana Ribas, que trabaja en otra librería de Vila. «Creo que 1 de cada 10 personas que la empiezan la termina completa», añade Ribas. En un primer momento puede parecer que nadie hace la colección completa pero luego confiesan tener una terminada. Es el caso de Benito Cartaya, que tiene una de réplicas de aviones comerciales. «Estuve muchos meses haciendo la colección. Me gustaba mucho porque te contaba la historia y luego tenías una réplica exacta. Creo que fueron más de 100 entregas y, la verdad, nunca calculé cuánto me gasté; si lo piensas no haces la colección», explicó Cartaya. Además también compró los primeros números de una colección con temática bélica.
De este modo, el mes de septiembre se convierte en el momento ideal para hacer un colección de este tipo y la oferta garantiza encontrar el más adecuado a nuestros gustos e intereses. ¿Quién no ha sucumbido alguna vez y se ha visto inmerso en la compra de los primeros números de una colección por entregas?
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