El agua desalada en Sant Josep alcanza ya el 70% de la población, según lo anunciaron el alcalde Josep Marí Ribas Agustinet y el concejal de Medio Ambiente, Josep Antoni Prats, en una rueda ofrecida ayer junto a los responsables de la empresa Aqualia.

El concejal Josep Antoni Prats, explicó que si «hace dos años el agua de buena calidad sólo llegaba al 23% de la población» y casi el 80% no tenía agua desalada, «ahora las cifras se han invertido». «Y eso en dos años, con la herencia recibida y con las circunstancias propias de este municipio, es para estar satisfechos», destacó el dil, en referencia a las dificultades técnicas por la orografía del territorio y por la dispersión de la población. «No creo que haya un municipio en todo el Estado con más metros de tuberías por habitante. Son 300 km. de tuberías para 22.000 habitantes; no creo que haya otro municipio con un porcentaje tan grande», destacó.

Según detalló el edil, las nuevas zonas que reciben agua desalada son aquellas que estuvieron en fase de pruebas todo el verano. Se trata del área de las calas, que va desde Cala Tarida hasta Cala Carbó, e incluye Caló d'en Real, Cala Molí, Cala Vedella, ses Serretes y la zona de sa Caleta, que comprende Plana d'en Fita, Cala Jondal, y toda la zona oeste de Sant Jordi y Sant Francesc. «En la zona de sa Caleta son más de 600 abonados y en las calas son más de 1.250. Por tanto son casi 2.000 familias y comercios las que reciben agua de muy buena calidad», indicó Prats.

Los últimos

Por último, el edil indicó que el 30% que aún no tendá agua de calidad son las poblaciones de Sant Josep y de Platja d'en Bossa, que deberán esperar a la interconexión de las desaladadoras. Sin embargo, aseguró que en Platja d'en Bossa el agua desalada llegará antes debido a que la Conselleria de Medi Ambient iniciará en esta zona, próximamente, los trabajos y que para Sant Josep se prevé una actuación puntual para adelantar la llegada del agua desalada.