El Ayuntamiento de Sant Antoni ordenó ayer a las discotecas del municipio «el cese inmediato» de la utilización de focos lumínicos de láser de gran potencia, conocidos también como cañones de luz, debido a que «suponen un riesgo para la navegación aérea».

El Consistorio cumple así con una petición de la Agencia Estatal de Navegación Aérea, dependiente del Ministerio de Fomento, que el pasado martes envió una comunicación ordenando que se paralicen estas prácticas, se tenga licencia o no para realizarlas, debido a que ponen «en peligro la seguridad de aeronaves y personas» durante «las maniobras de aproximación final al aeropuerto en horario nocturno».

Según el concejal de Gobernación de Sant Antoni, José Ramón Serra Pilot, la orden del Ministerio surge de las denuncias de pilotos «que se veían deslumbrados» por estos focos.

En concreto, el escrito de Fomento narra un suceso ocurrido el pasado julio de 2008 cuando «un fuerte láser se reflectó en las ventas del cockpit, que tuvo como resultado una ligera pérdida de visibilidad en el ojo derecho del capitán que pilotaba la aeronave afectada». Tras este incidente, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea llevó a cabo una serie de «investigaciones» mediante las cuáles tuvo «conocimiento de la práctica habitual de diversas discotecas de la isla que instalan focos de los cuáles emanan rayos láser de gran potencia, y que de noche enfocan hacían el cielo con gran movilidad».

Para lograr el cumplimiento del cese de esta actividad, el Ayuntamiento aprobó ayer un Decreto de Alcaldía que prohibe utilizar los cañones de luz.

Asimismo, Fomento ha pedido a Sant Antoni que remita el mismo escrito a todos los ayuntamientos de la isla, al Consell d'Eivissa y a la Delegación del Gobierno, «de manera que puedan aplicar medidas similares en caso de infracciones mediante proyectores convencionales o lásers».

Según explicó el Ayuntamiento en un comunicado, «el seguimiento de estas prácticas se inició en 2008, motivado por quejas vecinales». Por ello, este verano, colaboración con el Consell, Sant Antoni «ha trabajado en la eliminación de estos elementos contaminantes, según la Ley de protección del medio nocturno, que prohibe las fuentes de luz que, mediante proyectores convencionales o lásers, emitan por encima del plano horizontal». Sin embargo, según el técnico de Medio Ambiente, Diego Ponce, en esta Ley «hay vacíos en cuánto al régimen sancionador o las competencias». Por ello, este «toque de gracia» que supone la orden del Ministerio completa los argumentos para la redacción del Decreto de Alcaldía. La infracción a la ley de contaminación lumínica puede suponer sanciones hasta 60.000 euros.