GUILLERMO ROMANÍ

El Pleno Ordinario celebrado el viernes por la tarde noche en Formentera, cuando se trataba la Modificación de la Ordenanza del Servicio de Recogida y Transporte de Residuos Sólidos Urbanos, permitió conocer un hecho como mínimo curioso, que acabó con una gran bronca entre equipo de gobierno y el concejal del PP Paco Ferrer.

El debate había sido largo y tenía por objeto modificar las ordenanzas para unificar diversos criterios que serán de obligado cumplimiento a partir del 1 de enero de 2010, cuando haya finalizado el período de sustitución de las bolsas de plástico de un solo uso en los establecimientos de alimentación de toda la isla de Formentera por unas biodegradables realizadas con fécula de patata.

La sorpresa vino cuando en un momento determinado la consellera de Medi Ambient, Silvia Tur, que defendía dicha modificación, dijo que no entendía como el PP veía tantas pegas al proyecto para a continuación decir: «Da la grandísima casualidad de que alrededor del 20 de julio me encuentro con una llamada telefónica del Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por el PP, en el que me explican que la alcaldesa, Teófila Martínez, había estado de vacaciones en la isla y le había parecido un proyecto muy interesante, por lo que al reincorporarse al trabajo hizo que los técnicos de la dirección de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz se pusieran en contacto con nosotros para ver cómo había que proceder para implantar en Cádiz esta iniciativa».

Mientras Tur explicaba los hechos, la oposición estaba callada, y la consellera siguió explicando que, con gran satisfacción, habían proporcionado toda la información técnica pertinente al Ayuntamiento de Cádiz para sentenciar: «Veo que en el PP no todos tienen el mismo gusto».

Tur defendió que medio año era un período suficientemente progresivo, que durante todo 2010 las bolsas serán exactamente iguales tal y como se consensuó con los comercios afectados y la PIME, y que a partir de 2011 los comerciantes podrán encargar sus propias bolsas donde quieran y ponerse la publicidad que quieran.

Fue al final cuando tras haber contado la anécdota de Teófila Martínez iba a cerrar el debate, Paco Ferrer, que había hecho comentarios mientras ella hablaba, solicitó la palabra por alusiones y el presidente Jaume Ferrer le cortó en seco, pidió que constara en acta y solicitó respeto para el Pleno.

Para Paco Ferrer, del PP, la implantación tenía que haber sido más progresiva y quiso saber si en el futuro podrán las bolsas llevar publicidad de los comercios y si la medida se limita a los comercios de alimentación o a todo tipo de comercias. Por su parte Mari Mar Cardona, por el GUIF, dijo que la ecología estaba muy bien pero que la ordenanza tenía muchos vacíos y sobre todo hizo hincapié que no le parecía nada bien que se obligara a los comerciantes a cobrar cinco céntimos por bolsa a partir del 1 de enero y que se pudiera multar hasta con 3.000? a quienes no cobraran dicha cantidad.