La Conselleria de Salut i Consum confirmó ayer que las aguas de Cala Vedella son «aptas para el baño» en base a los resultados de la última analítica realizada el pasado 16 de agosto. Se trata de un exámen de calidad de aguas que se realiza en todas las playas de Balears con una periodicidad de entre siete y de diez días, y que también se pueden consultar en la página web del Govern (www.caib.es).

Estas analíticas son el punto de referencia de la Asociación Vecinos y Comerciantes de Cala Vedella, que quiere dejan claro que en el agua de la cala no hay vertidos de depuradoras, como sí aseguran otros vecinos de la zona, que denunciaron malos olores e incluso la presencia restos fecales en el mar. Asimismo, el presidente de la agrupación, José Marí Ribas, destacó que ellos mismos cada mañana recogen muestras del agua para llevarlas a analizar semanalmente a un laboratorio privado de la isla, ya que son los «primeros interesados en conocer el estado del agua», y cuyos resultados, siempre indican «que no tiene toxicidad». Asimismo, recordó que la cala está afectada por la microalga alexandrium taylori que aparece en playas fuertemente urbanizadas cuando la temperatura del agua está a 24º, volviendo el agua de color turbia y desprendiendo olor. Un problema, destacó, que la asociación viene investigando hace tres años, pero que no tiene el apoyo o el interés necesario de las instituciones por el momento, aunque, indicó, «ahora está apareciendo en otras playas de la isla». En este sentido, recordó que la cala es muy cerrada a las corrientes, lo que impide la renovación de las aguas.

Por ello, en cuanto a la reciente denuncia de un grupo de vecinos que tienen su segunda residencia en la zona y que quisieron mostrar su profundo malestar por esta situación, Ribas recordó que la cala está a cien metros de la depuradora, «que desprende malos olores, sobre todo por la noche», pero destacó «que es fácil venir quince días, ver la presión urbanística, relacionar el olor con el color del agua y llamar a la prensa sin informarse de lo que pasa». Ribas se quejó de que estas denuncias perjudican a los negocios de la zona a los que la aparición de esta microalga, de por sí, ya «ha hecho mucho daño».

El presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Cala Vedella, José Marí Ribas, aseguró que desde la Conselleria les han transmitido que las aguas de la cala tienen suficiente calidad para tanta presión urbanística. «Y dicen que ya nos podemos dar con un canto en los dientes», destacó. Asimismo, aseguró que en la playa trabajan empresas de buceo que tienen la premisa de denunciar cualquier emisario que encuentren y recordó que la agrupación contrató a un ingeniero para elaborar un proyecto de conexión con la depuradora de todas aquellas casas que no lo están, que fue presentado al Ayuntamiento hace tres años y que todavía no se puso en marcha.