Vista general de la zona de ocio de ses Variades, donde se concentran cada atardecer cientos de personas.

Superar en 19 decibelios los niveles de ruido máximos permitidos le costará a un establecimientos de ocio de ses Variades nada menos que 40.000 euros. Así lo determinó el Ayuntamiento de Sant Antoni tras hacer una sonometría en la habitación de una vivienda cercana al local, cuyo resultado indicó que el volumen de la música «superaba en 19,07 decibelios el nivel de recepción máximo permitido de 30,00 decibelios». Se trata de «un hecho tipificado como infracción muy grave» que supondrá la primera sanción de este calibre por contaminación acústica y emisión de ruido en la historia de Sant Antoni.

Según el concejal de Gobernación y Turismo, José Ramón Serra, Pilot, la sanción podría haber sido peor y terminar con el cierre del local. «La medición se realizó antes de la medianoche pero aún así, superaba y mucho los decibelios permitidos a esa hora. Era la casa de una familia y la sonometría se hizo dentro de la habitación de los niños», detalló el edil, quien destacó que ahora el propietario del local podrá presentar alegaciones.

Por otra parte, Pilot recordó que esta actuación contra la emisión de ruidos, vibraciones y la contaminación acústica se suma a otras intervenciones realizadas a lo largo de verano pero cuyo resultado han sido infracciones leves que supondrán una multa máxima de 800 euros. En estos casos se realizaron precintos de equipos de música o se multaron a propietarios de superaron hasta un máximo de cinco decibelios los niveles permitidos.

Sin embargo, el edil destacó «que este año el tema de los ruidos se está controlando», aunque indicó que «no se puede bajar la guardia». «Siempre que tenemos quejas hacemos mediciones o sonometías en aquellas viviendas o pisos donde nos requieren, y las realiza una empresa externa al Ayuntamiento para mayor seguridad y para que nadie pueda decir que están manipuladas», destacó Pilot.

Por último, el concejal quiso recordar que «la convivencia ciudadana y la conciliación entre la actividad de música, entretenimiento u ocio desarrollado en locales, bares o salas de fiestas y el descanso de los vecinos es un eje prioritario para el Ayuntamiento».

El concejal de Gobernación y Turismo, José Ramón Serra 'Pilot', quiso destacar ayer que el Ayuntamiento «no está en contra de la música». «Sabemos que tenemos un turismo joven que viene atraído por la música y que quiere disfrutar de zonas de ocio como ses Variades, pero todo tiene que ser dentro de un orden y sin molestar el descanso de los vecinos», explicó el concejal, que recordó también que «si no hay quejas y todo funciona bien nadie va a molestar a nadie». «Nosotros no tenemos ningún interés en poner denuncias ni en molestar a la gente que está trabajando y que está haciendo la temporada, pero si se pasan del nivel permitido tenemos que actuar. Y tienen que entender que también vienen familias y que en sus casas no pueden estar 'bailando' las columnas y las mesas por el ruido de un local», indicó.

Asimismo, 'Pilot' señaló que a lo largo de la temporada «se ha continuado actuando contra la contaminación acústica y la emisión de ruidos y vibraciones» y que «se han efectuado numerosos controles» así como «realizado multitud de sonometrias, tanto en el interior de los locales y terrazas como cuando ha sido necesario en domicilios particulares». Actuaciones que también demandan la presencia de la Policía Local y que se llevan a cabo a raíz de la denuncia de una particular o vecino por el excesivo nivel de ruido que reciben en sus propia vivienda.