El alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, cree que podrán tener aprobadas sus nuevas Normas Subsidiarias a finales de año, pese a que todavía resta enviarlas al Consell y a la Comissió balear de Medi Ambient. «Todos me dicen que nosotros somos el municipio que lo tenemos mejor porque nuestras normas actuales son transitorias y las aprobó el Consell», remarca Marí, que cree que esto puede ayudar a acelerar todos los trámites porque el nuevo planeamiento urbanístico no introduce grandes cambios.

Ahora mismo están en la fase de resolución de alegaciones y de pintar los mapas definitivos. De hecho, el alcalde lamenta que el proceso de alegaciones se está retrasando más de lo que debería, pues ya lleva un par de meses de demora.

Obras pendientes

Marí espera que este nuevo planeamiento se apruebe pronto porque es «necesario» salir de la transitoriedad de las normas que rigen actualmente, que llevan en vigor ya cuatro años. Además, el Ayuntamiento necesita las nuevas normas para llevar a cabo toda una serie de proyectos pendientes. Es el caso de las instalaciones deportivas de Santa Gertrudis, la ampliación de las escuelas de Jesús de una a dos líneas, la construcción de un centro cívico y cultural en Jesús, el polideportivo de Puig den Valls, la peatonización y circunvalación de Sant Carles. También es necesario aprobar este nuevo planeamiento para poder hacer modificaciones necesarias en el pueblo de Santa Eulària.

«Tenemos las ideas pero queremos poder concretarlas», explicó Marí, que aseguró que ya tiene ganas de que esté todo listo porque ahora hay muchas cosas «empantanadas» por este motivo. «Es imprescindible tener el planeamiento urbanístico actualizado», añadió.

Uno de los escollos mayores suele ser el paso por la Comissió balear de Medi Ambient, aunque Vicent Marí confió en que no haya problemas porque durante la primera fase fue bien. De todas formas, confesó que se «pone a temblar» cada vez que hay que enviar algún proyecto a este órgano ambiental.

El alcalde recordó que las nuevas normas no introducen demasiados cambios y que las modificaciones «se han consensuado». «En teoría no tiene que haber pegas para que se aprueben», concluyó.

Vicent Marí explicó que los propietarios afectados por la protección de Roca Llisa han recurrido la ley del Govern que preservó la zona. «Aquí lo que hay es una batalla legal con el Govern balear, ellos están intentando defender sus intereses y tendrán que recibir alguna indemnización», explicó el alcalde, que indicó que se ha reunido con ellos pero les ha transmitido que desde el Consistorio no pueden hacer nada. «Nosotros no tenemos capacidad para modificar la ley, la tenemos que acatar y serán los tribunales los que tengan la última palabra», explicó el primer edil, que indicó que siempre le ha parecido una invasión de competencias por parte del Govern porque no se les tuvo en cuenta. Marí recordó que se han negado a entrar en el consorcio que negociará las indemnizaciones.