Vecinos de la zona de ses Païsses denunciaron ayer el «impresionante caos» que se montó el miércoles por la tarde en los alrededores del Gala Night (Sant Antoni), donde se celebraba una fiesta para jóvenes. «Esto es el nuevo DC 10, con todo su despiporre y despelote», denunció Àngeles López, vecina de la zona, que asegura que los alrededores de la sala se llenaron de gente «haciendo botellón y esnifando cocaína en los capós de los coches». Todo ello a las 19,00 horas «con todos los críos delante» en una zona en la que hay numerosas viviendas.
Muchos vecinos ni siquiera pudieron acceder a sus aparcamientos, porque los coches invadieron las estrechas calles de la zona. «Había vehículos aparcados encima de las aceras, en portales y en los aparcamientos de los vecinos», añadió López, que relató que conforme pasaba la noche el tema empeoró y se produjeron grandes discusiones entre los habitantes del barrio y los asistentes a la fiesta.
Los vecinos denunciaron los hechos ante la Guardia Civil y la Policía Local, pero los efectivos que enviaron fueron «insuficientes». De hecho, aseguran que todo el follón se formó justo delante del cuartel de la Guardia Civil. «Estamos indignadísimos», indicó esta vecina, quien acusó al Ayuntamiento de Sant Antoni de «hipocresía» por no evitar la mala imagen del municipio, ya que considera que se deberían cortar estas fiestas o poner más policía.
En cuanto a la Guardia Civil aseguró que la actitud es de hacer «todo lo que pueden» pero indicó que no hay efectivos suficientes. Al final de la noche, y según relató la misma vecina, actuaron la Guardia Civil, la Policía y la grúa, pero «no dieron abasto».
Los vecinos indicaron que aunque la música terminó a medianoche la situación no se calmó hasta después de las tres. Denunciaron asimismo que el dueño del local quiere ampliar el aparcamiento, algo que creen que no solucionará el problema.
El concejal de Gobernación, José Ramon Serra, Pilot, aseguró que harán «todo lo posible» para que esta situación «no se vuelva a producir. Pilot recordó que estas fiestas cuentan con muchas denuncias y que ya estuvieron haciendo mediciones de ruido, aunque se comprobó que no se incumplían los niveles. El concejal reconoció que ayer le llamaron muchos vecinos para quejarse y defendió que la Policía Local controló el botellón, retiró coches y practicó detenciones por drogas. «El Ayuntamiento está decidido a vigilar si se cumple el aforo, tomaremos las medidas que haya que tomar».
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