Demarcación de Costas de Balears procedió ayer al derribo de las cinco casetas varadero de Cap des Falcó, que en su momento fueron construidas sin licencia y que por su mal estado suponían «un peligro» para los visitantes de esta cala.

Así lo aseguró el jefe de Costas, Celestí Alomar, que ayer se desplazó a la isla para hacer un seguimiento de las obras de demolición. Alomar indicó que el derribo se ha «precipitado un poco» después de que una de las casetas se «derrumbara» por su estado ruinoso. A esta demolición se sumarán el próximo invierno el derribo de otras siete casetas varadero ubicadas junto a la desembocadura del río de Santa Eulària. Según Alomar, ya hay un acuerdo con el Ayuntamiento para eliminar estas construcciones pesqueras a fin de «recuperar el este espacio como zona de baño de uso público».

Con la demolición de las casetas de Cap des Falcó ya suman 19 los varaderos eliminados en todo el litoral ibicenco, después de que en es Codolar se derribaran 14 construcciones, ejecutando así la resolución de un expediente de recuperación por parte del Ministerio de Medio Ambiente de los bienes situados en dominio público marítimo-terrestre.

Sin embargo, no serán las únicas. Según explicó Alomar, sobre una caseta de Sant Miquel pesa una sentencia judicial de derribo, «que se ejecutará al no estar protegida por ninguna declaración de interés etnológico». Asimismo, el jefe de Demarcación de Costas sentenció también que sobre las casetas que hayan sido transformadas en viviendas, como ocurre en Cala Corral, «tendrán un expediente abierto» para su demolición.

Alomar también se refirió al mapa de casetas varadero a proteger que está elaborando el Consell para determinar cuáles son aquellas que se deben proteger por su valor cultural y etnológico, y para su uso público, y destacó que se trata de un trabajo que está «muy avanzado» y que será «de gran ayuda». En este sentido, destacó que de los expedientes de demolición en marcha, podrían variar «en función de si algunas de las casetas tienen algún tipo de protección».

Por otra parte, el derribo de ayer tiene un presupuesto de 9.000 euros y se completará con la recuperación del terreno, tras la separación y retirada de los residuos. Una labor que se desarrollará durante la próxima semana para rellenar el área excavada, cubrirla con una capa de tierra y «fijarla para que no sea una zona peligrosa», concluyó Alomar.

El Jefe de Demarcación de Costas, Celestí Alomar, explicó que también que ha elaborado el «informe de cierre» del proyecto del paseo de ses Figueretes en el se incluyen algunas modificaciones debido a que se han tenido en cuenta algunas alegaciones presentadas. Alomar no quiso adelantar nada en cuanto a los cambios ya que, según destacó, primero lo presentará al Ayuntamiento de Eivissa y al Ministerio de Medio Ambiente. Asimismo, recordó que los expedientes de demolición para las piscinas de la zona «no tienen nada que ver» con el futuro paseo, y que el propietario del hotel Ibiza Playa ya anunció que procederá a la demolición de su piscina a partir del mes de noviembre. Por último, Alomar también se refirió al deslinde de Formentera y destacó que se está estudiando «caso por caso» los derechos de los afectados.