Los alumnos y alumnas trabajan con pesas y 'salchichas' durante las sesiones para trabajar los músculos de los brazos y las piernas. Foto: M.J.REAL

Vengo a clases de aguagym desde hace algunas semanas. Lo que más me gusta es la caña que nos da la profesora; aunque acabo muy cansada, me encanta hacer ejercicio. Normalmente camino todos los días alrededor de hora y media y lo completo con estas sesiones de deporte en la playa», afirma Ana María, una mujer de 70 años que acude casi todos los viernes a las clases de aguagym que imparte la profesora de fitness Andrea Spitzer en la playa de Talamanca: «Hugo Oliver y yo estuvimos hablando de hacer algo diferente en Eivissa y pensamos que el aguagym funcionaría muy bien en verano. En invierno también queremos hacer cosas, pero aún está por concretar», cuenta la instructora, que impulsa estas clases con la colaboración del Hostal Talamanca.

Por sólo tres euros la sesión, los participantes pueden ponerse en forma a la vez que se divierten: «Hay que cuidarse durante todo el año. El aguagym es una buena manera de empezar a hacer deporte porque son ejercicios muy suaves, la resistencia es 14 veces mayor que fuera del agua y la posibilidad de hacerse daño es mucho menor que en el gimnasio, por ejemplo», cuenta la instructora de fitness, que también da clases de pilates. «Los adultos se quejan de que tienen el colesterol alto y cuando esto es así es muy complicado bajarlo, por eso hay que hacer ejercicio antes».

Estas clases tienen lugar todos los viernes, sábados y domingos hasta septiembre: «Los viernes empezamos a las 12,30 horas, mientras que los sábados y domingos las clases empiezan a la una de la tarde». ¿Y qué necesitan las personas interesadas en participar? Un bañador y ganas de hacer ejercicio y pasarlo bien, pues Andrea proporciona pesas y 'salchichas' con las que trabajar en el agua.

María José Real