De todos los municipios de la isla, sólo Sant Antoni se acogió al decreto de medidas extraordinarias del Ministerio de Economía y Hacienda, que posibilita un mayor endeudamiento a las entidades locales para saldar deudas pendientes con empresas o autónomos. El resto de ayuntamientos no lo necesitaron, excepto Sant Josep, que hubiera accedido pero no cumplía con las condiciones que demanda el decreto.

En este sentido, Sant Antoni solicitó un préstamo a seis años por 4,7 millones de euros para saldar, según explicó el teniente de alcalde, Joan Pantaleoni, «grandes deudas con dos o tres empresas que realizaron asfaltados de calles y la urbanización de la zona de ses Païsses». Una solicitud muy criticada en su momento por el grupo PSOE-ExC que le acusó de tener «facturas guardadas en un cajón» y de «derrochar a escondidas» porque una de las calles asfaltadas corresponde a la vivienda del portavoz del PP en el Consell, Pere Palau. «Nos criticaron porque fuimos los primeros», destacó Pantaleoni, ya que, aunque es el único Consistorio, no es la única institución que ha accedido a solicitar un préstamo. La semana pasada también lo hizo el Consell por una cantidad de 5,5 millones para afrontar deudas pendientes.

Saldo negativo

Y esto mismo hubiera hecho también Sant Josep si hubiera podido. Según explicó la concejala de Gobernación, Paquita Ribas, este crédito sólo era para entidades locales que hubieran tenido un saldo negativo el año pasado o facturas que hubieran superado el presupuesto, «y el nuestro no es que sea el más boyante del mundo pero en números rojos todavía no está», indicó la edil, para quien «hubiera sido perfecto poder acogerse a este crédito». En este sentido, Ribas indicó que el Consistorio está pagando sus deudas a cinco o seis meses de plazo y que esperan ponerse al día a partir de agosto que se inicia el período de recaudación. Sin embargo, explicó que el Consistorio está realizando un estudio de tesorería para ver si es posible «tener una póliza por si es necesaria». «Queremos cambiar de sistema porque a mi me gusta decirle a la gente cuándo va a cobrar y eso en la administración es muy difícil», concluyó.

Tanto Sant Joan como Eivissa y Santa Eulària evitaron endeudarse con el Estado para pagar a sus proveedores. Según explicaron desde Vila, el Ayuntamiento «intentará solucionar los pagos con sus propios recursos», aunque no detallaron si llevan retraso o tenían facturas pendientes. Así, desde Sant Joan indicaron que no tienen «deudas con proveedores» mientras que en Santa Eulària explicaron que si bien se está pagando «con tres meses de retraso», no fue necesario un crédito para saldar deudas de ejercicios anteriores.