El pleno del Consell aprobó ayer por unanimidad una propuesta para recuperar la antigua Comandancia Militar de Eivissa, dando un plazo de ocho días (a partir de su notificación) a las treinta personas que 'okupan' actualmente el edificio para que lo abandonen de forma voluntaria. En caso contrario, según indica el escrito, la máxima institución solicitará la intervención de las fuerzas del orden público, previa obtención de una orden judicial.

Según explicó la consellera de Corporació i Comunicació, Pilar Costa, el proyecto de rehabilitación del edificio «está a punto de adjudicarse, por lo que hay que recuperar la posesión». Esto se debe a que, en principio, se tiene previsto iniciar las obras en octubre, para convertir este antiguo edificio en la sede de la Universitat de les Illes Balears (UIB), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y de la nueva fundación Estudis per Eivissa.

El Consell basa su propuesta de recuperación de la antigua Comandancia «en el interés público», por lo que acuerda «requerir a las personas ocupantes que cesen en su actuación de perturbación posesoria, desalojando voluntariamente el mencionado inmueble». «Además, el pleno de la corporación advierte a las personas ocupantes de que, en caso de no observar las conducta requerida, se adoptarán por parte del Consell cuantas acciones sean necesarias para recuperar la posesión del bien ocupado». En este sentido, la máxima institución «se propone iniciar, como medida cautelar, los trámites judiciales oportunos» para asegurar el desalojo.

Durante el pleno de ayer, el conseller popular Vicent Serra criticó que «se haya llegado a esta situación por los retrasos en el desarrollo del proyecto», una crítica que Costa rechazó argumentando que durante la legislatura del PP también hubo retrasos en esta misma cuestión, y recordando que la 'okupación' del edificio no es algo «que dependa de nuestra voluntad». «Ha estado tapiado dos veces e igual ha sido ocupado», apuntó la consellera.

Cabe recordar que la treintena de okupas que actualmente viven en el edificio son en su mayoría indigentes y que está recibiendo asistencia por parte de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Eivissa para evitar lo que podrá ser un desalojo forzoso.