L. AVERSA/S.PARRA La alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, aseguró ayer que es «un lujo poder tener y mantener» la declaración de Patrimonio de la Humanidad, por lo que no descarta modificaciones en el proyecto de reforma y ampliación del puerto de Eivissa si así lo requiere la comisión de expertos de la Unesco, que tiene previsto visitar la isla para revisar los bienes protegidos.

«Estoy segura que encontraremos un punto de encuentro y de que si los técnicos hacen alguna recomendación, Autoritat Portuària y el promotor del proyecto, que es el Ministerio de Fomento, por supuesto que la asumirán», apuntó la alcaldesa, para quien, aún así, con la visita de los expertos «se demostrará que no existe ninguna posibilidad de afectación» sobre el patrimonio.

Costa hizo estas declaraciones en referencia la decisión de la Unesco de pedir al Estado que paralice el proyecto del puerto para estudiar si puede afectar a los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad, como Dalt Vila y las praderas de posidonia; una solicitud que llega a raíz de una denuncia del Grup d'Estudis de sa Naturalesa (GEN-GOB).

Mala imagen
En este sentido, la alcaldesa indicó, que más que paralizar, lo que la Unesco pide es «celeridad» y criticó que la denuncia del GEN «intentó dar una imagen que en absoluto es la real». «Siempre pienso que hay buena intención detrás y no quiero pensar que no, pero estas cosas siempre provocan una serie de noticias que pueden perjudicar la imagen no sólo de la ciudad sino incluso del propio país, porque cuando se hizo la denuncia había como 600 representantes de diferentes países y se intentó dar una imagen que en absoluto es la real: que en España se intentan hacer cosas saltándose la normativa», criticó la alcaldesa sobre la denuncia que se trató en la Comisión de Patrimonio Mundial, celebrada en junio en Sevilla, ante decenas de expertos de todo el mundo. Por último, Costa destacó que todavía no existe una comunicación oficial sobre este requierimiento.

Por su parte, el presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, apostó ayer por buscar una fórmula que conjugue la necesidad de mejorar el actual puerto de Vila junto con la preservación de los elementos protegidos.

Compaginar intereses
«El Patrimonio de la Humanidad debe ser sagrado, no podemos jugar con él ni arriesgarnos. Si hay que hacer estudios y explicar lo que haga falta a la Unesco, a la CIA o a la ONU para no correr riesgos, habrá que hacerlo. Pero también hay que buscar fórmulas para que esto no suponga un retraso en unas obras necesarias y muy importantes», apuntó.

«No debemos hacer nada mal y tenemos que plantearnos que éstas son obras para mejorar Eivissa, su imagen y el patrimonio, por lo que debemos hacer lo máximo para no perjudicar los bienes culturales porque, si no, llegaremos a un punto en que será imposible el acuerdo, un consenso que debe hacer posible que tengamos un puerto como nos merecemos y que el Patrimonio siga siendo el principal referentes cultural de Eivissa», añadió.

Tarrés habló en todo momento dejando claro que el Consell ha trabajado en pos de un buen proyecto de reforma portuaria («hemos negociado con la Autoritat Portuària para reducir su impacto en mayor medida de lo que mucha gente imagina y eso seguro que se verá más adelante durante la construcción», aseguró) pero que no es una de las instituciones implicadas directamente en el proyecto.«Las explicaciones debe darlas la APB, que espero y deseo que haya hecho bien las cosas porque nosotros no revisamos lo que hacen otras administraciones ya que suponemos que está todo correcto y que cuenta con el expediente y la experiencia necesaria», declaró.