Vista del Castillo desde es Soto en la que se aprecia, a la izquierda, la desaparición de algunos bloques de antiguos barracones. FOTO: MARCO TORRES

Las obras de rehabilitación del Castillo de Eivissa para convertirlo en Parador de Turismo ya han deparado las primeras sorpresas. Durante los primeros días de seguimiento arqueológico se ha encontrado una torre nueva y un tramo de muralla de época medieval. Según destaca el director insular de Patrimoni, Josep Mª López Garí, se trata de un hallazgo «importante» porque está dentro de la zona del Cavaller de Santa Bàrbara y se pensaba que estos restos podían haber sido arrasados. Ahora se ha comprobado que la torre y el trozo de muralla medieval se utilizaron como relleno de construcciones.

Esta zona es lo primero que se está excavando después de que se haya procedido a derribar unos barracones militares construidos en el siglo XX y que no tenían ningún tipo de interés histórico ni arquitectónico. El derribo de estas construcciones ha variado la imagen del Castillo que se aprecia desde la zona de la Comandancia Militar y ha dejado al descubierto toda una zona que queda encima de una pequeña muralla. Ahí es donde se ha comenzado a rebajar el terreno y donde se está llevando a cabo el seguimiento arqueológico, en el que también se incluirá la documentación vertical de todas las fases históricas de los muros que quedan en pie y que tienen un interés histórico.

Garí asegura que «siempre es una sorpresa» lo que uno se puede encontrar en estas excavaciones porque se trata de la cima de la ciudad antigua, donde se ubicaban los edificios más importantes de gobernación o los templos. «Siempre pueden salir cosas interesantes», remarcó, aunque indicó que la ciudad ha estado ahí 2.500 años y eso hace «que a veces desaparezcan cosas».

De todas formas, es sintomático que en sólo una semana y media de excavaciones ya hayan aparecido cosas. Las obras del Parador estarán sometidas en todo momento al control de la comisión de patrimonio del Consell, que tendrá que ir decidiendo sobre todo lo que se vaya encontrando. Los hallazgos más importantes se darán ahora, en la primera fase, porque es cuando se tienen que hacer los rebajes de tierra. «Depende de lo que se encuentre en cada momento se tendrá que valorar si lo conservamos o no, porque las obras se tendrán que adaptar a los descubrimientos importantes», destacó el director de Patrimoni, que recordó que en el Castillo ya se hicieron excavaciones arqueológicas en la anterior época del Pacte, en las que se hallaron restos de época púnica e islámica y también de tiempos más recientes. «Salen restos de todas las épocas porque es la cima de la ciudad antigua», matizó Garí.

En una fase más avanzada se tendrán que restaurar también una serie de arcos que se desmontaron en la época en la que Joan Marí Tur, Botja, era conseller de Patrimoni. También habrá que reconstruir una parte de la estructura que cayó.

En cuanto a las obras del Castillo en sí, fuentes municipales remarcaron que hasta octubre no se verán cambios desde el exterior porque se está en la fase arqueológica y de afianzamiento de muros en el terreno, además de con los preparativos para retirar la antena.