El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, recordó ayer que «la actual situación de accesibilidad a los edificios públicos, espacios públicos y playas, que viene de lejos, está muy lejos de ser la que corresponde y por tanto la eliminación de barreras arquitectónicas es imprescindible».

Ferrer y el conseller de Habitatge i Obres Públiques del Govern balear, Jaume Carbonero, presentaron el diagnóstico que ha de servir de punto de partida para un ambicioso plan a medio plaza que ha de convertir a Formentera en la primera isla sin barreras arquitectónicas.

En este sentido. Ferrer subrayó que todos los edificios propiedad o de uso del Consell que se han remodelado para las nuevas dependencias «ya se han ido adaptando a la normativa de accesibilidadW, aunque aún hay mucho que hacer y la voluntad expresada ayer tanto por el Consell como por el Govern es tener redactado el proyecto final y comenzar a trabajar para conseguir una «accesibilidad universal en Formentera».

Una vez presentado el diagnóstico, éste servirá, explicó Carbonero, para que una empresa especializada redacte el plan de actuaciones definitivo que, apuntó, estará finalizado en un año, y a partir de ese momento y a lo largo de una legislatura, se irá desarrollando de forma paulatina atendiendo siempre a las prioridades que marque en cada momento el Consell de Formentera. La financiación de estas obras tienen dos vías distintas, en primer lugar la Llei de Barris del Govern Balear que subvenciona entre un 45 y un 90% los trabajos dependiendo de diversos factores y, paralelamente, con la concesión anual de ayudas específicas de la conselleria de Habitatge i Obres Públiques, para la eliminación de barreras arquitectónicas, obras subvencionadas entre un 40 y un 75% del importe total de las mismas.

Colaboración

El proyecto se enmarca en el protocolo de colaboración firmado en 2008 entre el president del Govern Balear, Xisco Antich y el entonces ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, para la mejora de la accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas en el ámbito de las Balears.

Una de las constantes que Carlos Rodríguez Mahou, responsable del equipo realizador del diagnóstico, remarcó fue «la necesidad de actuar en las aceras, tanto donde no las haya como donde son demasiado estrechas, y eliminar los múltiples obstáculos existentes en ellas», y resaltó la importancia de los pasos de peatones. Respecto a las playas, cuestionó los accesos a las pasarelas, el tipo de éstas en sí, y recomendó la instalación de suelos de madera con zonas de sol y sombra, lavabos accesibles, elementos de apoyo para acceder al agua, vestuarios y duchas accesibles como actuaciones básicas.

En cuanto a los edificios públicos se analizaron diez, sede del Consell, Casal de Joves, Biblioteca, dependencias de la Policía Local, de las oficinas de recaudación, bienestar social, medio ambiente y otras que presentaban una serie de trazos o deficiencias comunes que hay que corregir como las mejoras de acceso mediante rampas, mejor señalización, colocación de pasamos dobles en escaleras y rampas, eliminación de escalones interiores entre dependencias, adecuación de lavabos o plazas de aparcamiento específicos para personas con problemas de movilidad.