Por segunda vez, el Ayuntamiento de Eivissa ha tenido que dejar en suspenso el Plan de Arbolado a causa de la oposición de los vecinos, que no quieren que se eliminen plazas de aparcamiento en sus calles mediante la instalación de unas jardineras que califican de «descabelladas».

El primero fue el de ses Figueretes y ahora le sigue Ca n'Escandell, cuyos representantes vecinales se reunieron ayer con los concejales de Medio Ambiente, Joan Rubio, y de Participación Ciudadana, Vicente Ferrer, después de la protesta a pie de calle que llevaron a cabo el pasado lunes.

Según explicó José María Hernández, presidente de la Asociación San Pablo (agrupación de Ca n'Escandell), los concejales se comprometieron a suspender las obras de arbolado en el barrio hasta hacer «un nuevo proyecto». «La idea de poner árboles nos parece bien lo que pasa es que el proyecto era descabellado», apuntó Hernández, quien destacó que el compromiso de los concejales es el de «reducirlo» y no hacer nada hasta «consultarlo con los vecinos».

Por su parte, el grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Eivissa solicitó ayer por escrito la paralización inmediata del Plan de Arbolado «que prevé la implantación de 7.666 nuevos árboles en el municipio», cuya «primera fase ha sido adjudicada por 533.000 euros y está en ejecución».

Los populares destacan «el rechazo» que ha recibido el proyecto en los «dos barrios en los que se ha intentado poner en marcha, como ses Figueretes y Ca n'Escandell, ante la supresión de plazas de aparcamiento». «Precisamente ante este rechazo, el PP solicita la convocatoria con carácter de urgencia de una reunión con los responsables municipales y los presidentes de las distintas asociaciones de vecinos del municipio para estudiar la idoneidad de este proyecto», concluyen.

Hernández explicó ayer que el proyecto continuará por el barrio de Can Misses y la zona de la Comisaría donde, según destacó, el Consistorio asegura que «no hay ningún problema».

Cabe recordar que el arbolado previsto para los barrios del municipio es un proyecto financiado por el Plan E para el fomento del empleo, cuya obra deberá certificarse en diciembre para poder contar con la subvención estatal.