El espacio reservado para las paradas de autobuses del tramo gestionado por el Ayuntamiento de Vila de la avenida Pere Matutes Noguera, en Platja d'en Bossa, ha sido reducido durante la última campaña de repintado de la señalización del asfalto de esta vía.

En el caso de las paradas de autobús, anteriormente se reservaba una distancia de unos 12 metros en la que no se permitía el aparcamiento para permitir así que los autobuses del servicio regular que por allí transitan pudieran acercarse lo máximo a la acera y poder dejar y cargar clientes.

En la actualidad, esa zona exclusiva para autocares se ha reducido a unos tres metros, lo que crea ciertos problemas operativos a los transportes públicos y genera un alto riesgo para el tráfico, según Vicent Portas, gerente de la empresa Voramar El Gaucho, concesionaria del servicio. «Anteriormente había espacio suficiente para acercarte a la acera y poder realizar la parada con comodidad y dejando libre el carril de circulación, ahora el espacio se ha reducido de forma que no puedes apartarte y tienes que pararte en mitad de la vía», explica Portas.

Carril en cada sentido

La calle es de un carril en cada sentido y con línea continua «por lo que lo normal es que los coches paren y esperen a que el autobús acabe, pero todos sabemos, y más en esa zona, que hay mucho imprudente y algún día tendremos un disgusto cuando algún impaciente invada el carril contrario», añadió el gerente de la empresa.

Las características de la nueva parada tienen otro inconveniente: los problemas para poder tomar o dejar a pasajeros con problemas de movilidad. «Las paradas están muy cerca del borde de la acera y ya dificultarían bastante coger o bajar a alguien impedido, pero al quedarte a metro y medio del bordillo, es más complicado bajar la rampa», apunta el empresario del transporte, que añade que «existe el problema añadido de que no hay rebajes en la acera, por lo que alguien en silla de ruedas no puede bajar o subir la acera para poder legar al autobús».