El Institut d'Estudis Eivissencs (IEE) organizó ayer las fiestas de Sant Joan en Santa Eulària. Allí, hizo entrega de los Premis Nit de Sant Joan que otorgó en la segunda categoría a Alquímia, de Irene Roig-Francolí Rosselló. El premio de la primera categoría quedó desierto. Memòria i exili. El pintor Ramon Medina Tur, de Yolanda Guasch Marí, recibió el premio en la tercera categoría y en cuanto al ganador por el cartel para esta noche fue el trabajo de Víctor Bofill Torres el que se impuso entre los trabajos presentados.

Antes de dar la bienvenida a Els mals esperits que con su correfoc animaron las hogueras que se instalaron el paseo de s'Alamera, esta institución leyó su tradicional manifiesto en el que se hizo especial énfasis por la normalización de la lengua catalana y animó a la gente en que participen en los programas de voluntariado lingüístico. «Para enseñar a los que no hablan catalán nuestra lengua», decía el inicio del manifiesto.

Otros de los aspectos que más preocupan a IEE son «algunos de nuestros paisajes que están deteriorados o maltratados», decía el escrito. Uno de esos lugares es Dalt Vila considerado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. «Nunca más volverá a tener el aspecto que han inmortalizado pintores, ilustradores, fotógrafos y escritores», decía en este sentido. Otro de esos espacios que quiere proteger el IEE es Ses Feixes. «Queremos que Ses Feixes sea un espacio protegido y que se recupere y convierta en patrimonio público», sentenciaba el texto. Además, reivindicaron que se respete el parque Natural de Ses Salines «amenazado por la ampliación del aeropuerto», continuaba. La última de sus preocupaciones estaba relacionada con la ampliación del puerto de Eivissa. «El proyecto de ampliación del puerto es la opción más agresiva desde el punto de vista medio ambiental», decía.