El departamento de urbanisme del Consell ha descubierto lo que considera un fraude en la concesión de dos licencias para sendas viviendas en lo alto de una colina (áreas, además, con diferentes grados de protección urbanística) en la zona conocida como Can Galop, en Sant Jordi. Así lo informó ayer el conseller insular del ramo, Miquel Ramón, al informar de las resoluciones adoptadas por la Comissió Insular d'Ordenación del Territori, Urbanisme i Patrimoni Històric-Artístic (Ciotupha).

La supuesta irregularidad se descubrió al tramitarse una solicitud de obras en suelo rústico para la ampliación en 1,5 kilómetros de un camino que debe dar servicio a una de las dos parcelas, en la que se está edificando en estos momentos. «Estudiar este proyecto nos ha permitido descubrir que las dos licencias se concedieron con información falsa de los promotores puesto que no cumplían con la parcela mínima para edificar», explicó Ramón.

Según el conseller, la tramitación inicial de los permisos se realizó en 1999, «cuando no se contaba con los medios que hay ahora», y se hizo computando para ambas parcelas de un tramo intermedio de unos 6.800 metros cuadrados y que era el que permitía alcanzar en ambos casos el terreno mínimo exigido por ley.

Se da la circunstancia de que estas construcciones fueron informadas negativamente por la Ciotupha en julio de 1999 por el gran impacto visual y paisajístico que suponían, pero el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) obligó a conceder las licencias.

Ramón explicó que ahora se procederá a recomendar a Sant Josep que revise los permisos y no descartó dar traslado de esta cuestión a Fiscalía para que investigue lo sucedido.

La comisión de ayer concedió el interés general a los proyectos de construcción de las escoletas de Sant Carles y de Sant Agustí, así como a una escuela de infantil y primaria en Sant Antoni. Igualmente, se autoriza una escuela taller de jardinería en Sant Josep.

Al contrario, se denegó el interés general para los apartamentos Pinosol, en Santa Eulària, así como para un hotel rural, mientras que a otro establecimiento hotelero ni se llegó a admitir la petición.

Ayer se aprobó también la declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de lugar de interés etnológico y paisajístico, de la zona de sa Punta des Molí de Sant Antoni. La consellera de Política Patrimonial, Marga Torres, explicó que se habían rechazados las alegaciones de la Demarcación de Costas sobre la protección de las casetas varadero ya que la propuesta de protección es genérica para el área y no se entra en detalle en la cobertura de estas instalaciones, algo que deberá regular un Plan Especial, que concretará qué casetas se derriban y cuáles se protegen.