El PP de Vila atacó ayer la gestión del Ayuntamiento de la ciudad en materia educativa al no haber previsto la necesidad de más plazas escolares, lo que ha provocado que 82 niños de tres años se hayan quedado sin plaza y que se tenga que recurrir a habilitar barracones para tratar de solucionar la situación.

«Las instituciones tendrían que haber tenido en cuenta en su planificación, no sólo el incremento de población, sin no también la cesión de terrenos para Vila pueda tener más escuelas y no dejar a niños sin plazas, apuntó la concejala Olga Martínez.

«La de ahora no es una situación excepcional puesto que ya sabíamos que, si no se hacen nuevas escuelas, esto iba a pasar pero el Ayuntamiento ha ido excusándose en que era preciso modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) pero es que se han hecho modificaciones puntuales cuando ha hecho falta», apuntó la edil Pilar Marí.

En este sentido, las populares apuntaron que se podría haber recurrido a este procedimiento para ampliar sa Bodega, lo que supondría añadir 150 plazas.

Obras en breve

A estas acusaciones contestó Vicent Torres, concejal de Urbanismo de Vila, quien calificó de «críticas oportunas y fáciles pero que revelan una profunda ignorancia». Según avanzó el edil, el caso de sa Bodega no está pendiente de una modificación del PGOU y, de hecho, explicó que el desdoblamiento de esta escuela «está únicamente pendiente de un estudio de detalles y de la información del proyecto definitivo, que se puede producir en pocos días». «Para el mes que viene podría estar todo preparado y se podrían iniciar las obras en agosto, aunque no sé si lo harán y es probable que sea en octubre cuando empiecen los trabajos», añadió.

Además, Torres aseguró que «desde hace 13 años está sobre la mesa la posibilidad de hacer la segunda fase de Can Cantó, ya que tiene terreno y cedido para una segunda línea pero la Conselleria d'Educació no ha iniciado este proyecto.