Una imagen del proyecto de aguas de Can Misses que prevé, entre cosas, la ampliación de las piscinas existentes.

La construcción del complejo de aguas de la piscina de Can Misses es ahora mismo un proyecto paralizado. La causa es la crisis que afecta al sector de la construcción y la consecuencia, la rescisión del contrato entre al empresa pública municipal Imvisa y la empresa adjudicataria de las obras, IbiHogar.

Según explicó el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, Santiago Pizarro, el contrato contemplaba la permuta de un solar municipal en la avenida 8 d'Agost (junto al centro de salud de Vila), a cambio de la construcción del complejo de aguas y la rehabilitación de las piscinas. El precio del solar es de diez millones de euros y correspondía al precio pactado para el desarrollo de las obras.

«Hacía meses que IbiHogar había manifestado que con la situación económica actual se volvía muy difícil tirar para adelante el proyecto. Tenía dificultades importantes que hacían inviable que pudiera acometer esta actuación. Entonces el Ayuntamiento tenía dos posibilidades: ir por la vía judicial a la rescisión del contrato o pactarlo. Entonces se ha pactado la rescisión de mutuo acuerdo del contrato, sin coste alguno para el Ayuntamiento», explicó Pizarro.

En este pacto, destacó el teniente de alcalde, la empresa IbiHogar cedió el proyecto de construcción e instalación que pasa a ser propiedad del Consistorio, «por lo que no habrá que empezar todo de nuevo».

Pizarro explicó que ahora se van a estudiar «posibles fórmulas de adjudicación para tirar para adelante el proyecto». «Ésta era una licitación de obra a cambio de terrenos, por lo que estamos estudiándolo bien porque dada la coyuntura actual lo que no nos podemos permitir es que no se presente nadie o que el que se presente no lo pueda ejecutar», agregó el teniente de alcalde.

Por otra parte, según Pizarro, la ampliación y rehabilitación de la piscina de Can Misses «ya no es tan urgente como era hace un año porque está en construcción una piscina en es Viver». «Pero sin lugar a dudas es un proyecto que queremos llevar adelante porque para nosotros es prioritario», destacó, antes de asegurar que tanto la rescisión del contrato como la nueva adjudicación de las obras «supondrá un retraso», aunque no pudo cuantificar de cuánto tiempo será.

Cabe destacar que el futuro complejo de aguas de Can Misses es el 'proyecto estrella' del municipio en esta legislatura ya que prevé la construcción de dos nuevas piscinas así como la remodelación de las dos existentes. Una de las piscinas contaría también un circuito de aguas y con un jacuzzi en el exterior, tres proyectores de agua, nueve unidades de hidromasaje, cuatro de cascadas y todo tipo de elementos para garantizar la relajación.

El nuevo centro tiene previsto incluir una zona termal de 200 metros cuadrados, áreas de gimnasio con salas de 'spinning' y actividades polivalentes, pistas exteriores con solarium, tres nuevas pistas de padel, parque infantil y una nueva cafetería con vistas a las piscinas. Otra de las incorporaciones será un centro médico y de salud deportiva con enfermería y fisioterapeuta.

El proyecto de ampliación y construcción del complejo deportivo de aguas y salud de Can Misses es la 'propuesta emblema' del área deportiva del Ayuntamiento de Eivissa, ya que propone no sólo una ampliación de las instalaciones sino también circuito de aguas, unidades de hidromasaje y cascadas para que realizar todo tipo de hidroterapias. Su coste es de diez millones de euros, y la construcción tenía un tiempo máximo de ocho meses cuando se intentó empezar a realizar, en 2008.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Eivissa ha encargado un estudio para hacer «un análisis completo de toda la pavimentación de los núcleos históricos de la ciudad a fin de proceder a una definición de unos criterios de protección de la pavimentación». Según explicó el concejal de Núcleo Histórico, Marc Costa, el estudio será dirigido por el arquitecto Estéfano Cortellaro y el historiador Antoni Ferrer Abárzuza. «Encargaremos este estudio para catalogar el pavimento que hay en La Marina, Dalt Vila y Sa Penya, para ver cuáles son los pavimentos que podemos utilizar para complementar el plan de rehabilitación de Dalt Vila». Según Costa, este estudio es independiente del nuevo empedrado que ya se ha instalado en algunas calles de Dalt Vila y que ha creado polémica: «Lo que haremos ahora es ver el grado histórico de cada uno de ellos, ver cuáles son los que se tienen que conservar y de qué manera y complementar el Pepri en cuanto a propuestas de pavimentos que se puedan utilizar más además que los que usa este plan», explicó Costa.

El teniente de alcalde Santiago Pizarro explicó que todo ha surgido a causa del primer retraso del proyecto que fue la falta de otra piscina donde los usuarios pudieran ser trasladados durante la construcción de este complejo. «Todo ha sido porque no podíamos cerrar la piscin y dejar a los usuarios en la calle. Desde entonces nos ha venido encima la crisis y la falta de financiación por parte de los bancos», apuntó el teniente de alcalde. Se trata de un proyecto que el Consistorio tenía previsto iniciar en agosto de 2008 y finalizar en primavera de 2009, pero que debió ser retrasado hasta encontrar una piscina sustituta, como la que se está construyendo en es Viver con financiación del Plan E.