Las tres concesionarias de las líneas regulares de autobús de Eivissa han visto cómo la crisis ha hecho descender en casi un tercio el número de usuarios al tiempo que la proporción de pasajeros que optan por adquirir bonos para reducir su gasto se ha incrementado. «Las empresas de transporte de viajeros también sufrimos la crisis y, de hecho, entre enero y mayo, hemos notado un descenso en el uso del autobús de entre un 25% y un 30% respecto al mismo periodo de 2008», explicó ayer el gerente de Autocares San Antonio, Alfonso Ribas.

«En estos meses hemos perdido a muchos trabajadores que antes utilizaban el autobús para desplazarse y también han habido menos turistas de la tercera edad durante el invierno. Con la crisis parecía que la gente iba a recurrir más a este medio para ahorrar, pero con el paro, han desaparecido los clientes», abundó el empresario.

Al tiempo ha caído el número de usuarios, los que siguen recurriendo a este medio de transporte optan cada vez más por los bonos en lugar del billete sencillo. Esta medida de ahorro afecta también seriamente a las cuentas de las empresas ya que los descuentos que se aplican los asumen ellas y no son compensados por el Govern, explicó Ribas.

«Son descuentos muy importantes, que en algunos casos superan el 40%, y que son descuentos comerciales a cargo de las empresas, no recortes que asuma la Administración, tal y como se hace en el resto de España, donde los Ayuntamientos u otras entidades cubren la diferencia», aseguró. «Si el Consell quiere que haya precios más bajos, deberá abonar esta diferencia», añadió.

Agrupación de empresas

Ribas hizo estas declaraciones en el acto de presentación de Ibizabus, una Agrupación de Interés Económico (una especie de cooperativa) que une a las tres concesionarias de las líneas de transporte regular de viajeros. La entidad, además de la citada San Antonio, está formada por Herederos de Francisco Vilàs y Voramar el Gaucho.

El gerente de esta última, Vicent Portas, también se mostró crítico con las administraciones «que tienen muy poca idea de lo que es el transporte regular». Puso como ejemplo el que varias paradas de Platja d'en Bossa hayan sido reducidas a sólo tres metros de largo, lo que impide que el autobús pueda acercarse a la acera para dejar y recoger pasaje, lo que crea problemas, especialmente en casos de discapacitados.

Javier Luquin, gerente de H.F. Vilàs, resaltó que las empresas de transporte «han conseguido que haya taquillas, han generado paradas y ha luchado para consolidarlas» y apuntó que la asociación a través de Ibizabus ayudará a seguir haciéndolo.

A este respecto, Alfonso Ribas apuntó que las peticiones que el colectivo desea formular al Consell se basan a la «petición de mejoras de las carreteras, instalar más marquesinas, y mejorar las señalizaciones que son incorrectas».